La realidad es que, por ahora, el mundo se encuentra en un escenario «demasiado poco y demasiado tarde» para limitar el calentamiento global a 2 grados Celsius. Por un lado, no podemos aceptar este resultado. Debemos unirnos al enérgico llamamiento de la honorable Primera Ministra Mia Mottley, quien ha expresado el llamamiento a la acción de la manera más elocuente y contundente.
La comunidad internacional y las instituciones financieras internacionales deben tomar medidas urgentes e incluir apoyo financiero y político a los estados insulares vulnerables en sus programas de transición hacia el cero neto. A este respecto debemos ser claros y específicos al afirmar lo que se necesita para que nuestras economías sean resilientes al cambio climático.
Por otro lado, no podemos esperar hasta que el mundo y la comunidad internacional finalmente hagan lo que deberían hacer. Tenemos que prepararnos para los escenarios «demasiado poco, demasiado tarde» y «mundo invernal» al mismo tiempo. Debemos adoptar un enfoque de seguros y ayudar a preparar nuestras economías y medios de vida para los desafíos climáticos que están por venir.