Durante la última década, el panorama mundial ha cambiado significativamente. La regulación del sector bancario se ha reformado para hacer que el sistema financiero sea más resistente. Al mismo tiempo, las instituciones financieras no bancarias se han vuelto más frecuentes en la prestación transfronteriza de servicios financieros. La economía mundial ha experimentado una serie de choques adversos: conflictos comerciales entre Estados Unidos y China, Brexit, la pandemia de COVID, la invasión de Rusia en Ucrania con choques asociados a los mercados de productos básicos y la inflación. El aumento de los riesgos geopolíticos amenaza con ralentizar o incluso revertir el proceso de globalización económica de las últimas décadas. Dentro de los países, la polarización política ha aumentado. Las tendencias mundiales a largo plazo, en primer lugar, el cambio climático, pero también la digitalización y las tendencias demográficas, se suman a la complejidad del entorno en el que los bancos y las empresas mundiales, así como los gobiernos, tienen que operar.
Muchas de estas tendencias globales tienen su origen fuera del sistema financiero, pero sus efectos son catalizados a través del sistema financiero. Tomemos el ejemplo de la pandemia de Covid. Las medidas fiscales han desempeñado un papel crucial durante la pandemia de COVID en términos de protección de la economía real e, indirectamente, de proteger al sector bancario de los efectos de contagio negativos. A pesar de la magnitud del shock económico, algunos bancos apenas se vieron afectados por la pandemia, y muchos no tuvieron que utilizar los colchones de capital que habían estado acumulando antes de la pandemia. Se adoptaron medidas reglamentarias para relajar las limitaciones pertinentes de los balances. Después de la pandemia, el momento de la retirada de las medidas de política relacionadas con la crisis ha sido un desafío, incluso para que la política macro prudencial pase de una crisis a un modo de prevención. El momento de la normalización de la política monetaria debe tener en cuenta que los países están experimentando diferentes etapas de recuperación y shocks adicionales. Actualmente, el IBRN está llevando a cabo una investigación para informar este debate mediante el análisis de una serie de políticas relevantes y preguntas de investigación. Un proyecto, en marcha, examina si se produce una mayor fragmentación de los mercados bancarios cuando se perturban las pautas comerciales y aumenta la incertidumbre en materia de política comercial. Otro proyecto, que se está iniciando actualmente, se centra en comprender las consecuencias a corto y mediano plazo de las garantías gubernamentales de préstamos bancarios, como las que ocurrieron durante el período de pandemia de COVID-19.