Las cadenas de valor de la construcción en los mercados emergentes son uno de los principales contribuyentes a las emisiones globales de CO2, y se prevé que el problema empeore para 2035.
Las cadenas de valor de la construcción representan alrededor del 40 % de las emisiones de CO2 relacionadas con la energía y la industria a nivel mundial. Estas cadenas de valor comprenden la construcción y el funcionamiento de edificios y la producción de materiales. Este informe estima que la operación de los edificios explica alrededor del 20 por ciento de las emisiones globales de carbono, seguido por el suministro de materiales (19 por ciento) y los servicios de construcción (0,3 por ciento) (Gráfico A). Alrededor del 85 por ciento de las emisiones totales de la construcción a nivel mundial provienen del uso de combustibles fósiles en edificios y plantas de materiales, mientras que el 15 por ciento restante proviene de emisiones industriales o de procesos relacionadas con la producción de materiales de construcción.
Los mercados emergentes generan dos tercios de las emisiones mundiales relacionadas con la construcción, y alrededor de tres quintas partes de estas emisiones provienen de China, debido a su participación dominante tanto en los edificios «marrones» como en la producción mundial de materiales, su uso de métodos y materiales de construcción más intensivos en carbono que en los países de ingresos altos, y su rápido crecimiento del ingreso per cápita, lo que aumenta la demanda de construcción.
Sin esfuerzos adicionales de mitigación, las emisiones globales relacionadas con la construcción aumentarían alrededor de un 13 por ciento entre 2022 y 2035, según las estimaciones de este informe. Este aumento del 13 por ciento en relación con los niveles actuales, impulsado por el aumento de las emisiones de los mercados emergentes, equivaldría a las emisiones totales de la cadena de valor de la construcción en los Estados Unidos en 2022. Es poco probable que los objetivos climáticos globales se alcancen sin una reducción de las emisiones derivadas de la construcción y operación de edificios. Por lo tanto, un desafío importante al que se enfrenta la comunidad mundial es cómo garantizar la integración en las cadenas de valor de la construcción de tecnologías verdes disponibles comercialmente que podrían reducir sustancialmente las emisiones de carbono en la próxima década. Es probable que algunas tecnologías prometedoras con un alto potencial de reducción, como el hidrógeno verde y el almacenamiento de carbono, entre otras, solo estén disponibles comercialmente sin apoyo fiscal para 2035 y más allá. Por lo tanto, el despliegue de tecnologías ya disponibles será una prioridad en los mercados emergentes en la próxima década.