Las normas de la Comisión permiten a los declarantes crear etiquetas personalizadas cuando la taxonomía estándar no proporciona una etiqueta para el elemento financiero necesario. Si bien esta personalización se adapta a circunstancias únicas en la divulgación particular de un declarante, la Comisión ha reconocido que el uso de etiquetas personalizadas innecesarias podría reducir potencialmente la comparabilidad de los datos entre empresas. Así pues, las normas de la Comisión especifican las circunstancias limitadas en las que un declarante puede crear etiquetas personalizadas.