Mejorar la capacidad del Estado es sinónimo de desarrollar la capacidad humana, un catalizador directo para mejorar la calidad del gobierno. Un desempeño elevado dentro del gobierno se traduce directamente en una gobernanza más efectiva. El enfoque del economista aboga por incentivar el desempeño a través de vías como la gestión del desempeño, la privatización, la Nueva Gestión Pública, la competencia y las opciones de salida, así como acortar la ruta de la rendición de cuentas. Por otro lado, los psicólogos sociales destacan el poder de las normas, las motivaciones internas y el orgullo profesional en el desempeño de la conducción.
El discurso sobre la capacidad estatal y la autonomía burocrática subraya la necesidad de un enfoque personalizado. No existe una solución única para todos. Las agencias con mayor capacidad pueden beneficiarse de una mayor discrecionalidad, mientras que las que tienen menor capacidad pueden requerir normas más estructuradas. La optimización de la calidad de la gobernanza requiere una estrategia multifacética. Es vital lograr el equilibrio adecuado entre la autonomía y la rendición de cuentas, alinear los incentivos y fomentar una cultura de responsabilidad. Un enfoque matizado y específico para cada contexto es imperativo para una gobernanza eficaz y una mejor prestación de servicios públicos.
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Gobernanza de la información en finanzas sostenibles
Para funcionar correctamente, el sistema financiero depende de flujos de información que facilitan la asignación de capital. Estos flujos comprenden información divulgada por empresas que recaudan fondos, recopilada y difundida por intermediarios externos, como agencias de calificación, y adquirida de forma privada por inversores individuales. Los dos primeros canales a menudo están sujetos a regulaciones para garantizar que los participantes en el mercado, incluidos los menos sofisticados, reciban una línea de base de información confiable. Estas regulaciones son la base de la gobernanza de la información en los mercados financieros. Están diseñados para contener las deficiencias del mercado, que surgen de la incapacidad de la contratación privada para contener plenamente el comportamiento oportunista en el proceso de producción de información. En cambio, se necesitan disposiciones reglamentarias para limitar las acciones y, a su vez, frenar la incidencia de conflictos de intereses.
En este artículo, nos centramos en la gobernanza de la información en finanzas sostenibles, un sector de los mercados de financiación que, además de los rendimientos financieros, considera los beneficios sociales y ambientales. En tal contexto, la producción de información precisa es particularmente útil para abordar la contaminación excesiva, que es la «tragedia de los comunes» por excelencia. Los gobiernos, las empresas y los hogares contaminan en exceso porque no pagan el precio total de sus acciones. La información producida por los participantes en los mercados financieros puede ayudar a fijar el precio adecuado para las externalidades (por ejemplo, los impuestos sobre el carbono), mejorando así la sostenibilidad de la actividad económica.