Hace unos 15 años, los desarrolladores de software que utilizaban el seudónimo de Satoshi Nakamoto crearon el código fuente de lo que pensaban que podría ser dinero digital descentralizado. Desde entonces, las criptomonedas se han basado en la creación constante de nuevas narrativas para atraer nuevos inversores, revelando visiones incompatibles de lo que son o deberían ser los criptoactivos.
La visión del efectivo digital –de una infraestructura de pagos descentralizada basada en criptografía– fracasó cuando las redes blockchain se congestionaron en 2017, lo que provocó un aumento vertiginoso de las tarifas de transacción.
Posteriormente, la narrativa del oro digital cobró impulso, provocando una “fiebre de las criptomonedas” que llevó a uno de cada cinco adultos en los Estados Unidos y a uno de cada diez en Europa a especular con las criptomonedas, con una capitalización de mercado máxima de 2,5 billones de euros.
Sin embargo, esta ilusión de que los criptoactivos sirvieran como dinero fácil y una sólida reserva de valor se disipó con el inicio del criptoinvierno en noviembre de 2021. La caída del precio de las criptomonedas provocó una disminución de alrededor de 2 billones de euros. valor de criptoactivos en menos de un año. Esto tomó desprevenidos a millones de inversores. Se estima que tres cuartas partes de los usuarios de bitcoins sufrieron pérdidas en sus inversiones iniciales en ese momento.
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Departamento del Tesoro de EEUU – Informe sobre monedas estables
Las stablecoins son activos digitales que están diseñados para mantener un valor estable en relación con una moneda nacional u otros activos de referencia. Hoy en día, las stablecoins se utilizan principalmente en los Estados Unidos para facilitar el comercio, préstamo o préstamo de otros activos digitales, predominantemente en o a través de plataformas de comercio de activos digitales. Los defensores creen que las monedas estables podrían ser ampliamente utilizadas por los hogares y las empresas como medio de pago. Si están bien diseñadas y reguladas adecuadamente, las stablecoins podrían admitir opciones de pago más rápidas, más eficientes y más inclusivas. Además, la transición a un uso más amplio de las stablecoins como medio de pago podría ocurrir rápidamente debido a los efectos de red o las relaciones entre las stablecoins y las bases de usuarios o plataformas existentes.