La disponibilidad de fuentes de financiación internas y externas repercute en las inversiones y el crecimiento de las empresas. Incluso las empresas rentables con suficientes fuentes de financiación en tiempos normales pueden verse afectadas por perturbaciones de la demanda y la oferta, como el confinamiento por la COVID-19, la crisis energética o el reciente endurecimiento de las condiciones de financiación. En este trabajo se analiza el impacto de las dificultades de financiamiento en la inversión, el desempeño y el crecimiento de las empresas durante períodos normales y períodos de shocks externos utilizando un enfoque de tratamiento de efectos de ajuste por regresión. Diferenciamos entre barreras estructurales de financiación externa y empeoramiento cíclico de las condiciones de financiación, controlando otras barreras importantes a la inversión. Utilizamos datos de encuestas recogidas de la primera a la octava cosecha de la Encuesta Europea de Inversiones (EIBIS). La evidencia empírica muestra que las microempresas y las pequeñas empresas y los principales innovadores son particularmente vulnerables al deterioro de las condiciones de financiación. Los resultados indican que el retraso de las empresas en materia de digitalización e inversiones verdes se enfrenta más a un problema de financiación estructural que cíclico. Por consiguiente, el apoyo político debe orientarse hacia esos obstáculos estructurales a la financiación.
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Transición a energía limpia para todos – Paso a Paso
La próxima Cumbre para un Nuevo Pacto Mundial de Financiamiento reunirá a líderes mundiales para analizar cómo el financiamiento internacional puede brindar soluciones a los países que enfrentan crisis crecientes desde el cambio climático hasta la pobreza y las pandemias. Este es un momento oportuno para centrarse en cómo las finanzas internacionales pueden impulsar la transición a la energía limpia, especialmente para los países más vulnerables al cambio climático.
El mundo está en la cúspide de una transición monumental hacia energías limpias que cambiará fundamentalmente nuestras vidas para mejor. Sin embargo, las barreras están paralizando el acceso del mundo en desarrollo a las energías renovables porque no pueden permitirse altos costos iniciales ni obtener suficiente financiamiento de bajo costo.
Los países de ingresos bajos y medianos reciben actualmente sólo una quinta parte de la inversión mundial en energía, a pesar de representar dos tercios de la población mundial. Sin los medios para financiar una transición energética, los países en desarrollo a menudo pagan más por la electricidad; no puede acceder a proyectos de energía limpia; y están atrapados en proyectos de combustibles fósiles con costos variables altos y volátiles, una triple penalización para la transición energética. En esencia, la trampa de la pobreza se está convirtiendo en una trampa energética que se está convirtiendo en una trampa climática.
Si bien las energías renovables como la solar y la eólica proporcionan la electricidad menos costosa, los costos iniciales de la infraestructura de energía limpia son considerables. Instalar suficiente capacidad de energía renovable para proporcionar la misma producción que la generación basada en combustibles fósiles en los países en desarrollo puede costar de dos a tres veces más. Financiar este costo inicial puede aumentar el precio de la descarbonización de los sistemas de energía en más del 30 por ciento debido al alto costo del capital en los países pobres.