La disponibilidad de fuentes de financiación internas y externas repercute en las inversiones y el crecimiento de las empresas. Incluso las empresas rentables con suficientes fuentes de financiación en tiempos normales pueden verse afectadas por perturbaciones de la demanda y la oferta, como el confinamiento por la COVID-19, la crisis energética o el reciente endurecimiento de las condiciones de financiación. En este trabajo se analiza el impacto de las dificultades de financiamiento en la inversión, el desempeño y el crecimiento de las empresas durante períodos normales y períodos de shocks externos utilizando un enfoque de tratamiento de efectos de ajuste por regresión. Diferenciamos entre barreras estructurales de financiación externa y empeoramiento cíclico de las condiciones de financiación, controlando otras barreras importantes a la inversión. Utilizamos datos de encuestas recogidas de la primera a la octava cosecha de la Encuesta Europea de Inversiones (EIBIS). La evidencia empírica muestra que las microempresas y las pequeñas empresas y los principales innovadores son particularmente vulnerables al deterioro de las condiciones de financiación. Los resultados indican que el retraso de las empresas en materia de digitalización e inversiones verdes se enfrenta más a un problema de financiación estructural que cíclico. Por consiguiente, el apoyo político debe orientarse hacia esos obstáculos estructurales a la financiación.