Muchos bancos centrales de todo el mundo están respondiendo a la alta inflación actual endureciendo las condiciones de financiamiento. Si bien un mayor coste del crédito encarecería la financiación de las energías renovables y las tecnologías verdes, sería engañoso utilizar tipos de interés más altos como chivo expiatorio para un nuevo retraso en la transición verde, por dos razones principales:
En primer lugar, restablecer la estabilidad de precios de manera oportuna proporciona las condiciones bajo las cuales la transición verde puede prosperar de manera sostenible. Y en segundo lugar, la mayor barrera para una rápida descarbonización sigue siendo la falta de progreso por parte de los gobiernos en la implementación de compromisos climáticos previos.
Los gobiernos deben seguir a la cabeza para acelerar la transición verde. Al promover las tecnologías verdes y las energías renovables, mejorarán la capacidad productiva de la economía y, por lo tanto, ayudarán a restablecer la estabilidad de precios a medio plazo.
De conformidad con nuestro mandato, estamos dispuestos a intensificar aún más nuestros esfuerzos para apoyar la lucha contra el cambio climático, sobre la base de los logros de nuestro plan de acción sobre el cambio climático.
Nuestro objetivo a largo plazo es asegurarnos de que todas nuestras acciones de política monetaria estén alineadas con los objetivos del Acuerdo de París. Esto significa ecologizar nuestro stock de tenencias de bonos, incluidos los bonos del sector público, así como nuestras operaciones de préstamo y nuestro marco de garantías.
La ecologización de la política monetaria requiere cambios estructurales en nuestro marco de política monetaria en lugar de ajustes en nuestra función de reacción.
Restablecer hoy la estabilidad de precios a través de una política monetaria adecuada beneficiará a la sociedad a largo plazo y facilitará la transición hacia una economía más ecológica.