A lo largo de la historia, las transformaciones monetarias han sido el resultado de una interacción dinámica entre el progreso tecnológico, los cambios en las preferencias humanas y la evolución institucional.
A principios del Renacimiento, el comercio y la innovación financiera florecieron en las ciudades-estado italianas. La introducción de las cartas de cambio y la corresponsalía bancaria liberó a los comerciantes de los peligros de transportar engorrosas monedas de oro y plata y promovió métodos de pago seguros que, a su vez, facilitaron el comercio internacional. La riqueza sustancial de las ciudades-estado italianas podría utilizarse como base para el esplendor del Renacimiento italiano.
Hoy en día, nos encontramos de nuevo en un punto crucial en la evolución del dinero. El panorama económico está cambiando de una manera sin precedentes. La innovación digital ha marcado el comienzo de una nueva era con el potencial de desbloquear enormes oportunidades. Estos cambios afectan inevitablemente a los pagos y al dinero, que se están volviendo tan digitales como nuestras economías.
Los bancos centrales de todo el mundo se están preparando para esta nueva era digital, reconociendo tanto las oportunidades como los desafíos que conlleva. Están explorando activamente el potencial de emitir un instrumento de pago digital junto con el efectivo como el siguiente paso lógico en la evolución del dinero del banco central. Según una encuesta del BPI3, en 2022, de un grupo de 86 bancos centrales encuestados, 80 (o el 93%) participaron en algún tipo de trabajo con CBDC, que va desde la investigación y la prueba de concepto hasta los proyectos piloto y también las CBDC en vivo. El Banco Central Europeo es uno de ellos, ya que el Consejo de Gobierno del BCE ha decidido recientemente iniciar la fase de preparación del proyecto del euro digital.4
Los bancos centrales han proporcionado durante mucho tiempo medios de pago fiables como un bien público y un ancla de estabilidad para el sistema financiero y monetario. ¿Por qué no deberían hacer lo mismo en la era digital y ser los únicos en no ofrecer una versión digital de su producto?
Pero hoy en día hay escépticos que afirman que emitir CBDC sería infructuoso. Algunos creen que un euro digital puede no ser lo suficientemente exitoso; Muchos se preguntan qué beneficios específicos podría ofrecer que los métodos de pago existentes aún no proporcionan. Al mismo tiempo, otros temen que un euro digital pueda tener demasiado éxito y crear inestabilidad al desafiar potencialmente los depósitos bancarios tradicionales.