A pesar de algunos avances, el Grupo de los Siete (G7) aún tiene que actuar colectivamente para fomentar una transición baja en carbono de sus economías. Este documento describe dicha estrategia, que también alentaría a otras economías a seguir su ejemplo. Esta estrategia tiene tres elementos. En primer lugar, el G7 debería acordar poner fin a la subvaloración de los combustibles fósiles, incluida la eliminación gradual de los subsidios y la introducción gradual de impuestos o permisos negociables para cubrir los costos de la contaminación del aire local, el calentamiento global y otros daños. En segundo lugar, todos los ingresos ahorrados o recaudados deben reciclarse para financiar la innovación verde o medidas adicionales para compensar cualquier efecto adverso sobre los ingresos o el empleo de una transición a la energía limpia. En tercer lugar, el G7 debería exigir que las reformas de precios de los combustibles fósiles sean la principal condición previa para unirse a su Club del Clima propuesto y debería imponer un impuesto a las importaciones intensivas en carbono para alentar el cumplimiento por parte de otros países. El G7 también debe proporcionar asistencia integral a las economías de mercados emergentes y en desarrollo para ayudar a acelerar su transición a la energía limpia, facilitar su eventual participación en el Club del Clima y fomentar el logro de los objetivos climáticos, de pobreza y de desarrollo que también promuevan economías fuertes y resilientes.