Las inversiones en estas tres áreas clave (tecnología, clima y personas) son fundamentales. Pero repito, no podemos hacerlo sin cooperación.
Keynes nos dio un marco: un «multilateralismo para el siglo XX» que nos resultó muy útil. Ahora debemos actualizarlo para una nueva era.
¿Cómo sería un «multilateralismo del siglo XX»? Permítanme sugerir algunos principios básicos:
• Sería más representativo, con un mejor equilibrio entre las economías avanzadas y las voces de los países emergentes y en desarrollo.
• Sería más abierto y «escucharía» no sólo las voces oficiales sino también las no oficiales, las de comunidades y organizaciones sociales basadas en intereses comunes.
• Estaría más orientado a resultados y con resultados más concretos, lo que reforzaría los beneficios de la cooperación, tanto económicos como sociales.
Actualizar el marco multilateral también significa actualizar las instituciones multilaterales, incluido el FMI.
Si Keynes visitara el Fondo hoy, sospecho que se sorprendería de cuánto hemos cambiado en escala, alcance y carácter.
Tan solo desde la pandemia, hemos proporcionado alrededor de 1 billón de dólares en liquidez y financiación a nuestros 190 países miembros. Introdujimos programas de financiación de emergencia y alivio directo de la deuda para nuestros miembros más pobres. Y nuestro trabajo macroeconómico ahora incluye un enfoque en el clima, el género y el dinero digital.
Somos la única institución en el mundo facultada por nuestros miembros para llevar a cabo “controles de salud” periódicos de sus economías. Proporcionar análisis y asesoramiento imparciales es fundamental, especialmente en un mundo de noticias falsas y polarización política.
También reconocemos la necesidad de implementar una mejor medición de la riqueza que vaya más allá del PIB tradicional, que valore no sólo el capital producido, sino también la naturaleza, las personas y el tejido de las sociedades.
Espero que Keynes apruebe un “balance global” que incluya un conjunto ampliado de activos y reconozca los valiosos servicios que proporciona el medio ambiente, el valor del conocimiento y el ingenio encarnados en las personas y el valor de la buena gobernanza.
Y tal vez se sorprenda al ver tantas mujeres, incluso en posiciones de poder.
Creo que le gustaría lo que ve y nos alentaría a ir aún más lejos como una “línea de transmisión” global para políticas económicas, recursos financieros y conocimientos sólidos, y como la plataforma definitiva para la cooperación económica global.