En contraste con los beneficios potenciales de estas tecnologías, existe la experiencia real de muchas personas cuya esperanza y entusiasmo por los criptoactivos se han encontrado con decepción y, a veces, pérdidas devastadoras. Robert Shiller describe cómo Bitcoin es un excelente ejemplo de lo que él llama una narrativa económica contagiosa. La historia de la propuesta de valor de Bitcoin aprovecha los temores del control del gobierno con la promesa de que, a través de una tecnología superior, un nuevo producto puede producir riquezas incalculables.5 Pero cuando se trata de ciertos criptoactivos, algunos de los cuales no tienen valor intrínseco más allá de la fe de sus propietarios, la ley de la gravedad eventualmente se aplicará, como lo hizo con el frenesí de los tulipanes en Holanda hace más de 400 años. La experiencia ha demostrado que los criptoactivos pueden enfrentar los mismos riesgos fundamentales de liquidez y crédito que los activos tradicionales, y pueden estar altamente correlacionados con otros riesgos tradicionales, en lugar de ser coberturas contra tales riesgos.
Si bien los proveedores de criptoactivos han representado a los clientes que están protegidos a través de la naturaleza descentralizada de la tecnología subyacente, los clientes a menudo corren un mayor riesgo porque esos proveedores a menudo encuentran formas de funcionar fuera de un sistema robusto de supervisión y regulación. En ausencia de cumplimiento normativo, los clientes no tienen la información que necesitan para evaluar y mitigar sus riesgos. Los inversores no tienen las protecciones estructurales en las que han confiado durante muchas décadas. Como resultado, muchos han sido víctimas de casos clásicos de fraude y abuso, algunos clasificados apropiadamente como «esquemas Ponzi» bajo un barniz de alta tecnología. Además, mientras que los criptoactivos se promocionan como «descentralizados», ha habido una aparición de nuevos intermediarios bastante centralizados que no están sujetos o no cumplen con la regulación y supervisión adecuadas, lo que ha perpetuado el daño a los consumidores. Para complicar aún más las cosas, estas entidades a menudo buscan jurisdicciones con marcos legales y regulatorios flexibles o menos desarrollados para las actividades financieras. Y la falta de supervisión y coordinación consolidada del país de origen con los supervisores del país anfitrión reaviva el tipo de abusos que los reguladores bancarios anularon hace mucho tiempo. Si bien este arbitraje regulatorio interjurisdiccional no es nuevo, la naturaleza digital de estas actividades brinda una mayor oportunidad para expandir el alcance de dichas entidades a clientes de todo el mundo.
Categoría: Reserva Federal EEUU
Implicaciones del cambio climático para la estabilidad financiera
El cambio climático ya está imponiendo costos económicos sustanciales y se proyecta que tendrá un profundo efecto en la economía nacional y en el extranjero.2 Los efectos financieros y económicos futuros dependerán de la gravedad de los efectos físicos del cambio climático y de la naturaleza y la velocidad de la transición a una economía sostenible.3 Los participantes en los mercados financieros que no establezcan marcos para evaluar y abordar los riesgos relacionados con el clima podrían enfrentar pérdidas significativas en los activos sensibles al clima causadas por cambios ambientales, por una transición desordenada o ambos. Por el contrario, una gestión de riesgos sólida; análisis de escenarios; divulgaciones coherentes y comparables; y los planes futuros pueden ayudar a garantizar que el sistema financiero sea resistente a los riesgos relacionados con el clima y esté bien posicionado para apoyar la transición a una economía sostenible.