La velocidad de los pagos transfronterizos en SWIFT Global Payment Innovation (gpi) es generalmente alta, con un tiempo medio de procesamiento inferior a dos horas. Sin embargo, las velocidades de pago varían notablemente entre las rutas de pago de extremo a extremo, desde una mediana de menos de cinco minutos en las rutas más rápidas hasta más de dos días en varias de las rutas más lentas.
Los tiempos de procesamiento prolongados son impulsados en gran medida por el tiempo que pasa en el banco beneficiario desde que recibe la instrucción de pago hasta que acredita la cuenta del cliente final. Los tiempos de procesamiento más largos tienden a ocurrir en los países de ingresos bajos y medianos bajos, lo que puede atribuirse en parte a los controles de capital y los procesos de cumplimiento relacionados, la débil competencia medida por el número de bancos, así como las horas de operación limitadas y el uso del procesamiento por lotes por parte de los bancos beneficiarios.
Los pagos transfronterizos en SWIFT implican, por término medio, algo más de un intermediario entre el originador y los bancos beneficiarios. Cada intermediario adicional prolonga el tiempo de pago en una medida limitada, mientras que el tamaño de las diferencias de zona horaria entre los bancos no tiene un efecto discernible en la velocidad.
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Innovaciones en pagos
La innovación tecnológica está transformando los pagos. Los pagos nacionales son cada vez más convenientes, instantáneos y están disponibles las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Sin embargo, siguen existiendo deficiencias en el acceso a los pagos y a los pagos transfronterizos. La falta de acceso a los pagos es un problema en algunas economías de mercados emergentes y en desarrollo. La mejora de los pagos transfronterizos requerirá una coordinación internacional. Las iniciativas para mejorar los pagos transfronterizos se beneficiarían de mejores datos para cuantificar tanto el alcance como los impulsores de los problemas.
Big tech en finanzas – Oportunidades y riesgos
La entrada de grandes empresas de tecnología («big techs») en los servicios financieros tiene la promesa de ganancias de eficiencia y puede mejorar la inclusión financiera.
Los reguladores deben garantizar la igualdad de condiciones entre las grandes tecnológicas y los bancos, teniendo en cuenta la amplia base de clientes de las grandes tecnológicas, el acceso a la información y los modelos de negocio de amplio alcance.
La entrada de las grandes tecnológicas presenta nuevas y complejas compensaciones entre la estabilidad financiera, la competencia y la protección de datos.
COVID-19, Fintech y la recuperación de micro, pequeñas y medianas empresas – Evidencia de Bangladesh
Este documento intenta evaluar el impacto de la pandemia de COVID-19 en las MiPymes y la posterior recuperación de las empresas durante la segunda mitad de 2020 después del brote de COVID-19 en Bangladesh. El estudio utiliza datos de una encuesta de 216 MIPYME manufactureras de polígonos industriales BSCIC en Bangladesh. Nuestros resultados basados en 216 empresas sugieren que las empresas se han estado recuperando gradualmente después de la retirada del confinamiento a partir de junio de 2020. Hasta ahora, las empresas habían recuperado el 80% de su producción a nivel pre-COVID a fines de diciembre de 2020. Las pequeñas empresas parecen verse más afectadas que las medianas y microempresas. Observamos que las empresas que han utilizado Fintech (consideramos solo el servicio financiero móvil aquí) y las plataformas de comercio electrónico se desempeñan mejor que otras, ya que su recuperación es relativamente más rápida, lo que indica que MFS podría haberlas ayudado a mantener las cadenas de valor de los productos locales. Además, como modo de transferencia de pago, MFS podría haberles permitido recibir dinero de varias fuentes para continuar su negocio.
Catalizar el cambio – Los Bancos Centrales y la innovación digital
Las medidas adoptadas por las autoridades públicas y los bancos centrales han sido esenciales para ayudar a reducir la intensidad del shock de COVID-19 y su daño a la economía mundial y el sistema financiero y, en última instancia, restaurar la seguridad pública.
La colaboración multilateral y las medidas proactivas adoptadas por los bancos centrales también serán esenciales para construir una arquitectura financiera preparada para el futuro y resistente para resistir una amplia gama de perturbaciones. La tecnología y la innovación estarán al frente y en el centro a medida que avancemos hacia este nuevo mundo.
Aprovechando las oportunidades de las finanzas digitales
La historia nos dice que fomentar la innovación financiera, de una manera segura, eficiente y duradera, requiere los esfuerzos combinados de los sectores público y privado. También nos dice que requiere los componentes básicos correctos. Permítanme terminar discutiendo brevemente un par de esos pilares: identificadores digitales y habilidades digitales. Ambos son claramente importantes dentro y fuera del sector de servicios financieros.
Sabemos por experiencia histórica que los identificadores son un motor fundamental, aunque a menudo pasado por alto, del crecimiento del comercio y la actividad. El último medio siglo ha sido testigo de una dramática profundización y alargamiento de las cadenas de suministro internacionales, en particular para el comercio de bienes. Uno de los héroes olvidados de esta transformación en las cadenas de suministro fue la aparición de identificadores acordados internacionalmente para los bienes y su ubicación: los códigos de barras.
Lo mismo ocurre con la World Wide Web. El surgimiento y crecimiento exponencial de la web ha sido asombroso. Hoy en día, conecta a casi 5 mil millones de personas en todo el mundo, alrededor del 60% de la población del planeta, y agrega otros 880,000 usuarios cada día. Sin embargo, ese éxito habría sido imposible sin un lenguaje común acordado internacionalmente (HTML) y un conjunto de identificadores de ubicación (URL).
Los costos de no tener identificadores comunes fueron expuestos por la Crisis Financiera Global. Luego, su ausencia para empresas y productos generó niveles de incertidumbre que provocaron convulsiones en muchos mercados financieros. Por eso, en el período transcurrido desde entonces, se han realizado esfuerzos internacionales para desarrollar Identificadores de Entidades Legales (LEI) para empresas financieras en la mayoría de las economías avanzadas. Hasta ahora, se han emitido más de 1,7 millones de LEI en todo el mundo.
Yves Mersch: Sistema disruptivo de préstamos y pagos: el desafío de la tecnología financiera.
Fintech ha tenido un impacto más pronunciado en el mercado de pagos, donde las empresas han expandido su presencia en negocios no intensivos en capital como transferencias transfronterizas, micropagos y pagos con tarjeta porque esas son las áreas donde los operadores tradicionales han acumulado las deficiencias más evidentes. A menudo resulta en productos ineficientes y caros.