Mejorar la credibilidad de los compromisos climáticos de las empresas: incorporar los planes de transición climática y el análisis de escenarios climáticos a la corriente principal


Extracto

Ante la creciente frecuencia de los peligros naturales relacionados con el cambio climático y las pérdidas resultantes en todo el mundo, las empresas están reconociendo la importancia de abordar los riesgos y oportunidades relacionados con el clima y tomar medidas oportunas para hacerles frente. Si bien numerosas grandes empresas se han comprometido a lograr cero emisiones netas de gases de efecto invernadero (GEI) para 2050 o antes, las partes interesadas exigen cada vez más una mayor transparencia y credibilidad de estos compromisos. En respuesta a la creciente demanda de divulgaciones estandarizadas y coherentes que son esenciales para evaluar la exposición de las empresas al cambio climático y prepararse para él, el Consejo de Normas Internacionales de Sostenibilidad (ISSB, por sus siglas en inglés) publicó en junio de 2023 las Divulgaciones relacionadas con el clima, basadas en recomendaciones bien establecidas del Grupo de Trabajo sobre Divulgaciones Financieras relacionadas con el Clima (TCFD, por sus siglas en inglés). Se espera que los Estándares de la ISSB sean adoptados por muchos países como requisitos obligatorios para las grandes empresas. En concreto, la divulgación de los datos de emisiones de GEI, incluidas las emisiones de alcance 3 en cantidades absolutas (excluyendo los créditos de carbono), junto con los objetivos de reducción de emisiones y un plan de transición climática creíble (hoja de ruta), se convertirá en un paso crucial para que las empresas demuestren su compromiso inquebrantable con sus compromisos. Además, la realización de evaluaciones de resiliencia a través del análisis de escenarios climáticos es un componente esencial de la estrategia corporativa. La divulgación de información relacionada con el clima corporativo se está convirtiendo en una parte integral de las estrategias comerciales destinadas a mejorar el valor corporativo y obtener una ventaja competitiva. Este documento arroja luz sobre la identificación de riesgos y oportunidades climáticas y la evaluación de sus impactos, el desarrollo de planes de transición climática y la realización de análisis de escenarios climáticos.

Palabras clave: divulgación corporativa, plan de transición climática, análisis de escenarios climáticos

Clasificación JEL: K22, M41, Q54


1. INTRODUCCIÓN

Muchos países han asumido compromisos alineados con el Acuerdo de París de 2015, con el objetivo de limitar el aumento de la temperatura media mundial muy por debajo de los 2 °C, y esforzándose por acercarse a los 1,5 °C para finales de este siglo (2100) en comparación con los niveles preindustriales. Para cumplir con estos objetivos, estos países han presentado sus Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés) a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que describen objetivos para reducir las emisiones de GEI aproximadamente para 2030. Además, muchos países han anunciado el objetivo a largo plazo de lograr cero emisiones netas de GEI (o neutralidad de carbono) para alrededor de 2050. Sin embargo, la perspectiva de alcanzar los objetivos del Acuerdo de París es cada vez más difícil, a pesar de la creciente incidencia de peligros naturales inducidos por el cambio climático en todo el mundo. Se espera que los gobiernos de estos países comprometidos aceleren la implementación de medidas integrales de política climática. Estas incluyen medidas como la fijación del precio del carbono, las regulaciones de emisiones, los subsidios a la investigación y el desarrollo (I&D) para promover la tecnología de descarbonización y las inversiones públicas que promueven el transporte bajo en carbono y el suministro de energía renovable. Estos esfuerzos son fundamentales para facilitar la transformación de sus economías, industrias y negocios hacia la neutralidad de carbono. Para lograr una reducción sustancial de las emisiones, es esencial reducir las emisiones de los sistemas energéticos (como la generación de electricidad y calor, el transporte y la fabricación), que representan aproximadamente el 75% de todas las emisiones.

Un número cada vez mayor de empresas multinacionales de todo el mundo se han comprometido voluntariamente a alcanzar un objetivo de cero emisiones netas de gases de efecto invernadero (GEI), o neutralidad de carbono, a más tardar en 2050. Sin embargo, una proporción sustancial de estas empresas aún no ha establecido planes y acciones creíbles de transición climática que se alineen con este ambicioso objetivo. Las empresas se encuentran ahora sometidas a una presión cada vez mayor para proporcionar información exhaustiva, que abarque objetivos de cero emisiones netas a largo plazo, junto con objetivos coherentes a corto y medio plazo, así como datos históricos de emisiones de GEI que incluyan las emisiones a lo largo de toda la cadena de valor. Para impulsar a las empresas hacia acciones expeditas de reducción de emisiones, es importante mejorar significativamente su comprensión de los riesgos y oportunidades relacionados con el clima. Esto se puede lograr a través de divulgaciones obligatorias de acuerdo con los estándares globales. A nivel internacional, es ampliamente reconocido que las divulgaciones relacionadas con el clima deben adherirse a las recomendaciones establecidas por el TCFD, publicadas inicialmente en 2017 y revisadas en 2021 (TCFD 2017, 2021). Sobre la base de las recomendaciones del TCFD y el Protocolo de GEI, el ISSB ha perfeccionado aún más los requisitos de divulgación y las normas de contabilidad del carbono mediante la publicación de la Información Relacionada con el Clima (NIIF S2), junto con el Requisito General de Divulgación de Información Financiera Relacionada con la Sostenibilidad (NIIF S1) (ISSB 2023b, 2023c). Las Normas NIIF entrarán en vigor para los períodos de presentación de informes anuales que comiencen en enero de 2024, y los informes comenzarán en el año siguiente.

En consonancia con el marco de cuatro pilares descrito en las recomendaciones del TCFD, el Protocolo de GEI y algunas normas existentes, el ISSB no solo exige la inclusión de datos sobre las emisiones de Alcance 1 (emisiones directas de las operaciones de una empresa) y las emisiones de Alcance 2 (emisiones indirectas de fuentes de energía compradas), sino que también exige la divulgación de datos de emisiones de GEI de Alcance 3 (emisiones generadas por proveedores y usuarios).  con un retraso permisible de un año. Las empresas están obligadas a proporcionar información sobre los créditos de carbono si se utilizan para obtener datos de emisiones netas de GEI. La divulgación de los datos de emisiones de alcance 3 presenta un desafío formidable, pero sirve como una prueba de fuego del compromiso genuino y la credibilidad de una empresa para abordar los riesgos relacionados con el clima. Para alcanzar sus objetivos de reducción de emisiones y fomentar la sostenibilidad en sus operaciones, las empresas deben identificar primero los riesgos y oportunidades significativos relacionados con el clima. También deben evaluar el impacto real y potencial de estos factores en las operaciones comerciales actuales y futuras y en el desempeño financiero. Para traducir estos objetivos en estrategias viables, la divulgación oportuna de un plan de transición climática se vuelve imprescindible para mejorar la transparencia y la credibilidad. Además, las empresas deben medir la resiliencia de sus negocios frente a los riesgos climáticos concebibles mediante la ejecución de análisis de escenarios climáticos.

La divulgación de esta información cuantitativa y cualitativa es muy apreciada por los inversores, las instituciones financieras y otras partes interesadas, lo que ayuda a las empresas a obtener la financiación necesaria a un coste de capital razonable para alcanzar los objetivos de reducción de emisiones de GEI en línea con el plan. En esencia, la divulgación y la presentación de informes relacionados con el clima no solo ayudan a las empresas a mejorar la sostenibilidad de sus actividades comerciales, sino que también mejoran sus prácticas de gestión de riesgos, lo que les permite formular estrategias de transición para aprovechar las oportunidades e iniciar acciones concretas. Un compromiso más informado con las partes interesadas facilita aún más el progreso hacia los objetivos climáticos sostenibles en todas las empresas. Las Normas ISSB han obtenido un amplio respaldo mundial de gobiernos, inversores y otras partes interesadas y ayudarán a mejorar la comparabilidad de las divulgaciones a una escala verdaderamente global. Aunque las empresas deben asumir el costo de prácticas de divulgación mejoradas y más sólidas, los beneficios de lograr el cumplimiento de estos estándares globales superan con creces los gastos incurridos.

Este documento se centra principalmente en el pilar estratégico de las recomendaciones del TCFD y las normas relacionadas con el clima de la ISSB, especialmente en lo que respecta a la identificación de riesgos y oportunidades y el plan de transición climática asociado y el análisis de escenarios climáticos. Un plan de transición climática creíble describe la estrategia comercial integral y confiable de una empresa para lograr los objetivos de reducción de emisiones de GEI a corto, mediano y largo plazo. Además, el análisis de escenarios climáticos está ganando protagonismo como un ejercicio prospectivo, que abarca un horizonte temporal de corto a largo plazo, que podría extenderse hasta 2050. Su objetivo es evaluar la exposición y la resiliencia de los modelos de negocio a los riesgos climáticos en el contexto de una evolución climática futura plausible, utilizando una serie de escenarios climáticos. El análisis de escenarios climáticos también se ha convertido en una herramienta crucial para que las autoridades financieras lleven a cabo políticas prudenciales relacionadas con el clima hacia instituciones financieras como los bancos comerciales.

La promoción de la divulgación de información corporativa relacionada con el clima es un paso esencial y fundamental para que la gestión de los riesgos financieros relacionados con el clima y el análisis de escenarios climáticos de las instituciones financieras sean más eficaces.

2. RIESGOS Y OPORTUNIDADES RELACIONADOS CON EL CLIMA Y PLANES DE TRANSICIÓN CLIMÁTICA

El TCFD, establecido en 2015 por el Consejo de Estabilidad Financiera bajo los auspicios del G20, emitió sus recomendaciones iniciales sobre la divulgación de información prospectiva por parte de las empresas en 2017, seguidas de recomendaciones revisadas en 2021. El objetivo principal de este marco de divulgación, que también se refleja en las Normas ISSB, es alentar a las empresas a identificar y evaluar los riesgos y oportunidades relacionados con el clima que tienen importancia material para sus operaciones comerciales, incorporando posteriormente esta información en sus procedimientos de información financiera anual. Estos informes pueden adoptar diversas formas, incluidos informes de sostenibilidad, informes TCFD, informes de integración e informes financieros anuales, entre otros. El concepto de materialidad es fundamental para este marco, lo que sugiere que las empresas no están obligadas a compilar una lista exhaustiva de todos los riesgos y oportunidades potenciales. En su lugar, deben centrarse en la información relativa a los riesgos y oportunidades que influyen predominantemente en las decisiones tomadas por los principales usuarios del informe (ISSB 2023b, 2023d). Estos usuarios podrían ser inversores y acreedores existentes, pero también inversores y acreedores potenciales y otras partes interesadas.

2.1 Cuatro pilares de la divulgación de información relacionada con el clima

Estas normas mundiales tienen por objeto establecer marcos coherentes para que los usuarios de la información financiera corporativa de propósito general comprendan los efectos del cambio climático en el rendimiento financiero de las empresas (como las ventas, los ingresos, los costes, los beneficios, los flujos de caja operativos) y las posiciones financieras (como los cambios en los activos y los pasivos y el patrimonio), comprobando así la viabilidad de los modelos de negocio. Las divulgaciones incluyen información cuantitativa y cualitativa. Estas prácticas también permiten a las empresas identificar, evaluar y gestionar los riesgos y oportunidades actuales y potenciales relacionados con el clima a corto, mediano y largo plazo. Estos esfuerzos pueden conducir a una toma de decisiones mejor e informada en áreas como la producción, las inversiones, el marketing, las operaciones y las relaciones con los proveedores.

El marco de cuatro pilares es cada vez más aceptado como un estándar global para divulgar información relacionada con la sostenibilidad, incluso sobre el cambio climático, la biodiversidad y otras cuestiones ambientales y sociales. El marco está estructurado en torno a la gobernanza, la estrategia, la gestión de riesgos y las métricas y objetivos. El desarrollo de las divulgaciones relacionadas con el clima de la ISSB se basó en las recomendaciones del TCFD y el Protocolo de GEI, incorporando requisitos de información más detallados y completos. Además, las Normas de la ISSB se formularon mediante la fusión de las directrices de divulgación influyentes existentes de iniciativas del sector privado, incluidas las Normas del Consejo de Normas de Contabilidad de Sostenibilidad (SASB), el Marco de Normas de Divulgación Climática (CDSB), el Marco de Informes Integrados y las métricas establecidas por el Foro Económico Mundial. A continuación, se destacan las características clave de estos cuatro pilares:

• El pilar de gobernanza se centra en la divulgación de la estructura de gobernanza de una empresa en relación con los riesgos y oportunidades relacionados con el clima, incluido el papel del consejo de administración en la supervisión y la gestión.

• El pilar de la estrategia identifica los riesgos y oportunidades importantes relacionados con el clima desde las perspectivas a corto, mediano y largo plazo. También revela los impactos reales y potenciales de los riesgos y oportunidades materiales en varios aspectos de la empresa, como las operaciones comerciales, las estrategias gerenciales y la planificación financiera, incluidos los ingresos, los costos operativos, las ganancias, los activos, los gastos de capital y otras inversiones.

Ø El Pilar Estratégico incluye un plan de transición climática con información estratégica detallada sobre las respuestas de la compañía a los riesgos y oportunidades identificados. Esta información puede abarcar nuevos planes de inversión y gasto de capital, enajenaciones de activos, esfuerzos de exploración de mercado, iniciativas de contratación y la creación de nuevas unidades de negocio, todo ello en el marco de su plan de transición.

Ø El pilar de estrategia también incorpora el análisis de escenarios climáticos para evaluar la vulnerabilidad de la empresa a los cambios climáticos, como se explica en la siguiente sección.

• El Pilar de Gestión de Riesgos revela cómo la empresa identifica, evalúa y gestiona los riesgos climáticos. También aborda si estos riesgos climáticos están integrados en el marco general de gestión de riesgos de la empresa.

• El pilar de métricas y metas: Este pilar proporciona indicadores y metas clave que permiten la evaluación y gestión de los riesgos y oportunidades climáticos. Si bien el TCFD recomendó que todas las empresas divulguen los datos de emisiones de GEI de Alcance 1 y Alcance 2, y la divulgación de los datos de emisiones de Alcance 3 depende de la materialidad, las Divulgaciones relacionadas con el clima de la ISSB requieren que las grandes empresas que cotizan en bolsa divulguen datos de emisiones de GEI y otras seis métricas, conocidas en conjunto como las siete categorías de métricas intersectoriales que se señalan a continuación. Si bien estas métricas están cubiertas por las recomendaciones del TCFD, las Normas ISSB imponen requisitos más detallados y estrictos, particularmente con respecto a los datos de emisiones de GEI y los objetivos de emisiones, dado que dicha información constituye el elemento más importante en los informes relacionados con el clima (ISSB 2023c; Shirai 2023b). Es deseable que se realicen auditorías por parte de terceros de los datos de emisiones de GEI y otras categorías de métricas. A continuación se destacan algunos de los principales requisitos de divulgación:

Ø Las siete categorías de métricas intersectoriales que deben divulgarse son: a) datos sobre emisiones de GEI; b) riesgos de transición relacionados con el clima (la cantidad y el porcentaje de activos o actividades empresariales vulnerables a los riesgos de transición relacionados con el clima); c) riesgos físicos relacionados con el clima (la cantidad y el porcentaje de activos o actividades empresariales vulnerables a los riesgos físicos relacionados con el clima); d) oportunidades relacionadas con el clima (la cantidad y el porcentaje de activos o actividades empresariales alineados con las oportunidades relacionadas con el clima); e) despliegue de capital (el importe de los gastos de capital, la financiación o la inversión destinados a los riesgos y oportunidades relacionados con el clima); (f) precios internos del carbono (explicando si la entidad está aplicando un precio del carbono en las decisiones de inversión, los precios de transferencia y el análisis de escenarios climáticos y cómo lo hace); y g) remuneración (en la que se describe si los factores relacionados con el clima se reflejan en la remuneración de los ejecutivos y de qué manera).

Ø Las empresas están obligadas a divulgar las emisiones de GEI de alcance 1, alcance 2 y alcance 3 (excluyendo los créditos de carbono) en toneladas métricas de dióxido de carbono (CO2) equivalente (cantidad absoluta de emisiones). Además, debe divulgarse información sobre el método de medición, los insumos y los supuestos utilizados para calcular las emisiones.

Ø Los datos de emisiones de GEI para los Alcances 1 y 2 deben presentarse en dos grupos: uno basado en el grupo contable consolidado (matriz y sus subsidiarias consolidadas) y el otro basado en otras participadas, como asociadas, negocios conjuntos y subsidiarias no consolidadas.

Ø Los objetivos de emisiones de GEI pueden ser brutos o netos. Sin embargo, si se utiliza un objetivo de emisiones netas de GEI, es necesario divulgar tanto el objetivo de emisiones brutas de GEI como el uso previsto de créditos de carbono para alcanzar el objetivo neto. También debe divulgarse el alcance del uso de créditos de carbono para alcanzar los objetivos de emisiones netas de GEI.

Ø Los objetivos de emisiones deben aclarar si cubren las emisiones de GEI de alcance 1, 2 o 3, y deben especificarse claramente los tipos de GEI (como el CO2) cubiertos por el objetivo de emisiones.

Las normas ISSB no exigen que las empresas establezcan objetivos de cero emisiones netas y, por lo tanto, es importante que cada país exija a sus empresas cotizadas que establezcan los objetivos. Sin embargo, en comparación con las recomendaciones del TCFD, las empresas deben cumplir con requisitos de divulgación detallados, incluidos los parámetros utilizados (absolutos o de intensidad si se utiliza un objetivo cuantitativo), el objetivo del objetivo (como la conformidad con las iniciativas basadas en la ciencia), la cobertura del objetivo, el período aplicado y los objetivos intermedios. Además, las empresas deben describir el enfoque adoptado para establecer cada objetivo (incluido si el objetivo fue validado por un tercero) y los mecanismos utilizados para revisar y monitorear el progreso con respecto a cada objetivo (incluidas las métricas específicas utilizadas para monitorear el progreso). La mejora de la divulgación ayuda a mejorar la toma de decisiones de gestión y, por lo tanto, a capitalizar las oportunidades relacionadas con los rápidos avances tecnológicos destinados a la reducción de emisiones y la descarbonización. Este enfoque proactivo puede posicionar a las empresas por delante de sus competidores y de los cambios normativos. Además, las empresas pueden reforzar su transparencia y credibilidad haciendo un llamamiento activo al seguimiento de las emisiones de GEI y a la trazabilidad de los procesos de adquisición asociados a materiales e insumos sostenibles.

2.2 Identificación de riesgos y oportunidades materiales

En el contexto del Pilar Estratégico, esta sección se concentra principalmente en la identificación de riesgos y oportunidades materiales que podrían afectar las ventas, la rentabilidad, los flujos de caja, el costo de capital, el acceso al capital, etc. de una empresa en horizontes de corto, mediano y largo plazo. Al hacerlo, las empresas deben realizar evaluaciones exhaustivas de todas sus operaciones, incluida toda su cadena de valor. En la Tabla 1 se resumen los principales riesgos climáticos, físicos y de transición significativos que pueden influir en las empresas, y también se destacan a continuación:

Riesgos físicos relacionados con el clima: Los riesgos físicos se refieren a las pérdidas corporativas, como los daños a fábricas y oficinas, y los efectos adversos en las operaciones comerciales y los empleados. Estos riesgos están relacionados con el aumento de la frecuencia y la gravedad de los fenómenos agudos, como las sequías graves y prolongadas, las olas de calor, los incendios forestales, las variaciones de las precipitaciones, los ciclones, los tifones y los huracanes (los denominados fenómenos agudos), así como los fenómenos crónicos, como el aumento sostenido de la temperatura, el aumento del nivel del mar y los cambios en los patrones de precipitación (los denominados fenómenos crónicos). A medida que avanza el calentamiento global, la frecuencia y la magnitud de los peligros naturales inducidos por el cambio climático se intensifican. Sin embargo, es crucial tener en cuenta que estos eventos están ocurriendo, y es probable que continúen ocurriendo, de manera no lineal. Los riesgos físicos también pueden abarcar el riesgo de litigio (riesgo de responsabilidad) derivado de las pérdidas asociadas con la realización de riesgos físicos. Las demandas ya están en aumento y se espera que aumenten aún más en el futuro. Los demandantes, o las víctimas de desastres naturales, pueden emplear cada vez más tecnología digital avanzada para proporcionar pruebas científicas que vinculen directamente a las empresas intensivas en emisiones de GEI con los desastres naturales extremos y las pérdidas resultantes. El riesgo de litigio también se asume si el gobierno no hace frente adecuadamente a las medidas de adaptación al clima.

Riesgos de transición relacionados con el clima: Las empresas están preparadas para enfrentarse a una serie de riesgos de transición, como el riesgo de políticas, el riesgo de litigios, el riesgo tecnológico, el riesgo de mercado y el riesgo de reputación. A continuación, se destacan las principales características de cada riesgo:

• El riesgo político se destaca como un riesgo de transición significativo, que a menudo se materializa cuando los gobiernos promulgan políticas estrictas de mitigación climática alineadas con los objetivos del Acuerdo de París. Los riesgos de transición se hacen evidentes durante el proceso de transición de la economía y la sociedad hacia la neutralidad de carbono. Las medidas de mitigación abarcan la fijación del precio del carbono (impuestos sobre el carbono y sistemas de comercio de derechos de emisión), la eliminación gradual de los subsidios a las industrias de combustibles fósiles, el impulso del suministro de energía renovable y el transporte con bajas emisiones de carbono a través de incentivos e inversiones públicas, y regulaciones que mejoren la eficiencia energética y limiten las emisiones. Es probable que estas medidas de política impulsen la reestructuración empresarial y sectorial mediante el aumento de los costos de producción de las actividades intensivas en carbono. Si no se prepara adecuadamente para los riesgos con antelación, los activos de las empresas intensivas en carbono podrían quedar varados y económicamente inviables, lo que daría lugar a pérdidas y a la incapacidad de recuperar los costes de inversión. Los activos varados pueden definirse como activos cuyos flujos de efectivo futuros no descontados generados por estos activos caen por debajo de su costo original. Es ampliamente reconocido que los activos intensivos en carbono son susceptibles de convertirse en activos varados, ya que los precios más altos del carbono o los controles de emisiones más estrictos podrían generar rendimientos inferiores a los previstos.

• El riesgo de litigio surge de las reclamaciones legales presentadas ante los tribunales por varias partes, incluidos gobiernos, empresas, inversores, aseguradoras, organizaciones no gubernamentales e individuos. Estas afirmaciones pueden deberse a medidas inadecuadas de mitigación del cambio climático y a una divulgación insuficiente de información relacionada con el clima. Las demandas se producen cada vez más, no solo contra las empresas matrices directamente, sino también contra sus filiales y proveedores que operan en todo el mundo. El aumento global de los casos de litigio subraya la urgencia de abordar las medidas de mitigación del cambio climático a nivel corporativo y garantizar la coherencia de la divulgación. Las empresas que establezcan objetivos de neutralidad de carbono con plazos limitados pueden enfrentarse a desafíos legales si sus acciones difieren de sus compromisos de emisiones de GEI. Las empresas deben tener cuidado a la hora de publicitar y etiquetar sus productos y servicios como «respetuosos con el medio ambiente» para evitar acusaciones de greenwashing. El creciente número de demandas y sanciones está presente contra las empresas por violar las regulaciones ambientales. Las demandas relacionadas con violaciones de derechos humanos relacionadas con el clima contra las comunidades locales y los pueblos indígenas van en aumento, lo que requiere una comprensión integral de la interacción entre el clima y los problemas sociales. Por ejemplo, las comunidades pueden presentar demandas cuando instalan instalaciones de generación de energía renovable que afectan negativamente a sus comunidades. Los gobiernos también podrían ser objeto de litigios si sus proyectos de infraestructura provocan daños ambientales y pérdidas para la comunidad.

• El riesgo tecnológico está asociado con la posibilidad de que las tecnologías bajas en carbono dejen obsoletos los sistemas de producción existentes, lo que da lugar a activos varados. Incluso si las nuevas tecnologías que conducen a una reducción masiva de emisiones no están disponibles actualmente en sectores difíciles de reducir, el avance tecnológico puede ocurrir rápidamente en medio de la creciente competencia en el mundo y terminar generando activos varados a un ritmo mucho más rápido de lo esperado.

• El riesgo de mercado puede surgir de cambios en la oferta y la demanda de materias primas, productos y servicios. La demanda de productos y servicios intensivos en carbono puede disminuir repentinamente a medida que aumenta la conciencia sobre el riesgo climático. Esto podría resultar en una disminución abrupta de las ventas. Un rápido aumento de la demanda de bienes y servicios con bajas emisiones de carbono a nivel mundial puede elevar el costo de las materias primas y los insumos, lo que conduciría a precios de venta más altos.

• El riesgo de reputación está relacionado con la posible pérdida o ganancia de reputación debido al cambio de preferencias entre clientes, proveedores, inversores y otras partes interesadas hacia productos y servicios con bajas emisiones de carbono. La adopción de ofertas bajas en carbono podría mejorar el valor de la marca y el valor corporativo a largo plazo, atrayendo una demanda sostenible, trabajadores altamente calificados y socios comerciales valiosos.

Oportunidades relacionadas con el clima: El cambio climático presenta varias oportunidades que pueden generar un impacto positivo en las ventas, la rentabilidad, los flujos de caja y el acceso a capital más asequible de una empresa. Las principales oportunidades relacionadas con el clima se resumen en la Tabla 2 y se destacan a continuación:

• Mejora de la eficiencia: Las empresas tienen el potencial de mejorar su eficiencia operativa en la gestión de la energía, el agua, los materiales y los residuos, lo que lleva a una reducción de los costes operativos. Promover el reciclaje y la reutilización de productos y materiales desechados puede ser parte de este esfuerzo. Además, las empresas pueden sustituir la maquinaria intensiva en emisiones por alternativas más eficientes desde el punto de vista energético. La adopción de la cogeneración, que combina la producción de calor y electricidad utilizables mediante la utilización del exceso de vapor de la generación de electricidad para fines de calefacción, puede ayudar a reducir las emisiones de carbono y reducir los gastos de energía.

• Uso de energía: Fomentar un mayor uso de fuentes de energía renovables u otras opciones de energía de bajas emisiones es otra vía que las empresas pueden explorar. Esto puede implicar la generación de energía renovable mediante la instalación de paneles solares en los tejados de sus edificios y fábricas.

• Desarrollo de productos y servicios: Las empresas pueden promover la innovación mediante el desarrollo de nuevos productos y servicios de bajas emisiones, ya sea utilizando los recursos existentes o asignando más fondos a la investigación y el desarrollo (I&D) y al gasto de capital. La adquisición de materiales e insumos de bajas emisiones de los proveedores también puede contribuir a este esfuerzo.

• Oportunidades de mercado: Las iniciativas del sector privado para desarrollar tecnologías y métodos de producción con bajas emisiones de carbono aumentarán la oferta de bienes y servicios con bajas emisiones de carbono. Los cambios en las preferencias de los consumidores hacia fuentes y productos de energía limpia impulsarán la demanda de alternativas bajas en carbono. Las empresas que ofrecen este tipo de alternativas pueden acceder a nuevos clientes y mercados. Esto, a su vez, puede conducir a un mayor valor corporativo y a una mejor reputación entre los inversores, clientes y consumidores. Un cambio en el sentimiento del mercado hacia el favor de las empresas con bajas emisiones de carbono hará subir los precios de los valores emitidos por dichas empresas.

• Mejorar la resiliencia: Las empresas tienen la oportunidad de mejorar su capacidad de adaptación a los impactos del cambio climático, fortaleciendo así su resiliencia general.

• Oportunidades tecnológicas: Los continuos avances tecnológicos y el aumento de la investigación y el desarrollo han llevado a una rápida caída en los precios de la energía renovable, facilitando así la transición.

La identificación de riesgos y oportunidades representa el paso fundamental dentro del pilar estratégico, sirviendo como punto de partida para las empresas que aspiran a participar en prácticas comerciales ambientalmente sostenibles (véase la Figura 1). En concreto, la tarea de determinar qué riesgos y oportunidades son importantes para una empresa supone un reto importante, pero se erige como una tarea indispensable. Este proceso exige un examen meticuloso que abarque las operaciones comerciales nacionales e internacionales que abarcan varias unidades de negocio, ubicaciones y toda la cadena de valor. La evaluación de la importancia relativa depende de evaluar el grado en que los riesgos y oportunidades relacionados con el clima afectan a los resultados financieros presentes y futuros de una empresa, así como a su posición financiera. Estos impactos requieren una comprensión contextual dentro del marco más amplio de los factores socioeconómicos, tecnológicos, legales, políticos y globales que dan forma al entorno empresarial de una empresa.

Inicialmente, la divulgación de esta información puede adoptar un enfoque cualitativo en un formato narrativo o descriptivo. Sin embargo, a medida que las empresas acumulan experiencias analíticas y obtienen acceso a más datos e información internos y externos, existe la posibilidad de hacer la transición hacia una evaluación más cuantitativa. La evaluación no solo les ayuda a examinar la sostenibilidad de sus modelos de negocio actuales frente a los riesgos climáticos identificados, sino que también facilita la exploración de cómo estos modelos deben adaptarse o transformarse para aprovechar las oportunidades emergentes y prospectivas (véase la Figura 1). Estas consideraciones pueden llevar a las empresas a reevaluar y tomar medidas con respecto a diversos aspectos de sus operaciones, incluidos los tipos de bienes y servicios que ofrecen, la estructura de sus unidades de negocio, sus ubicaciones geográficas, las estrategias publicitarias, las asignaciones para investigación y desarrollo y los gastos de capital, así como su adquisición de materias primas e insumos. Por ejemplo, la comprensión de los riesgos físicos materiales puede obligar a las empresas a iniciar evaluaciones de las ventajas y desventajas de sus unidades de negocio y de las ubicaciones de las fábricas en determinadas zonas. Además, los riesgos de transición pueden dar lugar a la aparición de activos obsoletos. Dado que estas amortizaciones inesperadas pueden disminuir el valor de los activos en el balance y provocar pérdidas en la cuenta de resultados, las empresas deben calcular la probabilidad de enfrentarse a activos varados.

Es imperativo que los consejos de administración de las empresas y los equipos de alta dirección posean un profundo conocimiento de estos riesgos y oportunidades. Las empresas se involucran rutinariamente en la gestión de riesgos incorporando los riesgos climáticos en sus procesos de gestión de riesgos existentes, clasificando estos riesgos en función de su probabilidad e importancia en relación con otros riesgos, el proceso incorporado en el Pilar de Gestión de Riesgos (TCFD 2020). Si bien los riesgos climáticos deben integrarse en estos procesos existentes, no deben considerarse únicamente como riesgos actuales o potenciales. Por el contrario, también deben considerarse riesgos emergentes a medio y largo plazo. En consecuencia, puede estar justificado un enfoque complementario más allá de los horizontes temporales tradicionales más cortos, que implique la colaboración en toda la empresa y con los proveedores.

2.3 Preparar planes de transición climática que conduzcan a acciones creíbles

Una vez que las empresas han identificado los riesgos y oportunidades importantes relacionados con el clima y han profundizado su comprensión del impacto real y potencial de estos riesgos y oportunidades en su desempeño y posiciones financieras, lo siguiente que deben hacer es desarrollar un plan integral de transición climática. Los inversores y otras partes interesadas ya no consideran suficiente que una empresa se centre únicamente en anunciar objetivos de emisiones de GEI a largo plazo, como lograr cero emisiones netas para 2050, sin incorporar objetivos a corto plazo y un plan de transición creíble. Un plan de transición climática creíble debe esbozar la estrategia empresarial holística de una empresa. Esto incluye demostrar su desempeño actual e histórico en materia de emisiones de GEI, especificar objetivos ambiciosos de emisiones de GEI (incluido un calendario específico, que cubra todos los alcances de las emisiones y abarque varios tipos de gases de efecto invernadero) que se alineen con los objetivos del Acuerdo de París, y describir una trayectoria clara que describa cómo se lograrán estos objetivos. Se anima a las empresas más grandes a asumir un papel de liderazgo estableciendo un objetivo de cero emisiones netas para 2050 a más tardar y realizando reducciones sustanciales, reduciendo aproximadamente a la mitad las emisiones para alrededor de 2030, lo que está más o menos en línea con la trayectoria de 1,5 °C. Se recomienda encarecidamente proporcionar objetivos cuantificables y verificables a corto y medio plazo coherentes con el objetivo de cero emisiones netas. Para mejorar la credibilidad de estos objetivos, se hace hincapié en la importancia de alinearlos con criterios basados en la ciencia. El plan también debe incorporar una planificación financiera con plazos determinados, incluidos los planes de gastos operativos y de capital de una empresa destinados a reducir las emisiones de GEI y aumentar los ingresos de los productos y servicios con bajas emisiones de carbono. Debe describir los compromisos programados con los proveedores para ayudar a reducir sus emisiones de GEI de alcance 3. Además, es conveniente describir los supuestos y las metodologías utilizadas para estimar estos objetivos y abordar las incertidumbres en el desarrollo del plan de transición.

La preparación de un plan de transición sirve como un medio eficaz para evaluar los riesgos físicos y de transición que una empresa puede encontrar y la medida en que las transformaciones operativas y del modelo de negocio pueden ser necesarias para mitigar las emisiones de GEI y adaptarse al calentamiento global. Un plan de este tipo fomenta un sentido de responsabilidad y propiedad no solo a nivel de la junta corporativa, sino también entre todos los empleados. Sirve como un documento fundamental para interactuar con las partes interesadas y puede contribuir significativamente a reducir las emisiones de GEI a través de cambios significativos en las operaciones y modelos comerciales. En particular, la Unión Europea (UE) planea exigir que las grandes empresas (aquellas con más de 500 empleados) publiquen planes de transición en virtud de la Directiva de Informes de Sostenibilidad Corporativa (CSRD) y las Normas Europeas de Informes de Sostenibilidad (ESRS) relacionadas. El Reino Unido también está preparando un requisito similar.

Como referencia útil para preparar un plan de transición climática, el TCFD ha señalado los diez indicadores y subindicadores de divulgación del Net Zero Company Benchmark, que fueron desarrollados por Climate Action 100+ en 2021 dirigiéndose a grandes empresas globales intensivas en carbono seleccionadas. Estos indicadores han demostrado ser herramientas valiosas para las empresas menos intensivas en carbono, así como para formular planes integrales de transición (Climate Action 100+ 2021). A continuación, se destacan algunos de los indicadores, aunque las normas ISSB exigen requisitos de divulgación más detallados o estrictos con respecto a algunas métricas y objetivos:

Objetivos de emisiones de GEI:

• Divulgación de un objetivo de cero emisiones netas de GEI para 2050 que abarque al menos el 95% de las emisiones de alcance 1 y 2. También debe abarcar las categorías de emisiones de GEI de alcance 3 más pertinentes, cuando proceda.

• Divulgación de los objetivos de reducción de GEI, claramente definidos en un alcance de emisiones que cubra al menos el 95% de las emisiones de alcance 1 y 2, junto con las emisiones de alcance 3 más pertinentes (cuando corresponda). Estos objetivos deben abarcar perspectivas a largo plazo (2036-2050), a medio plazo (2026-2035) y a corto plazo (hasta 2025).

Estrategia de divulgación:

• Identificación de un conjunto de acciones que la empresa pretende llevar a cabo para alcanzar sus objetivos de reducción de GEI a largo y medio plazo. Esto debe abarcar el Alcance 3, cuando corresponda, e incluir la cuantificación de los elementos clave de la estrategia (por ejemplo, cambios en la tecnología o la combinación de productos, medidas de la cadena de suministro, gasto en investigación y desarrollo).

• Inclusión de un compromiso con los «ingresos verdes» de los productos y servicios bajos en carbono en la estrategia de descarbonización de la compañía. Esto también debe implicar la divulgación de datos y objetivos relacionados con la proporción de ingresos verdes en las ventas totales.

Compromiso con la política climática:

• Un compromiso específico y una declaración de posición por parte de la empresa para alinear todas las actividades de cabildeo con los objetivos del Acuerdo de París. Además, la divulgación de las actividades de cabildeo relacionadas con el clima de la empresa, como la celebración de reuniones para preparar recomendaciones políticas contra la política climática y presentarlas al gobierno.

Gobernanza climática:

• Divulgación de evidencia que demuestre la supervisión de la gestión del riesgo climático por parte de la junta directiva o del comité de la junta. Esta evidencia puede demostrarse a través de uno de los siguientes: (a) el nombramiento de un ejecutivo de alto nivel o un miembro del comité ejecutivo explícitamente responsable de la divulgación y presentación de informes relacionados con el clima, y ese ejecutivo informará a la junta; b) que el director general sea responsable del cambio climático y que informe al consejo de administración; o (c) tener un comité responsable del cambio climático que informe a la junta directiva o a un comité a nivel de la junta.

Transición Justa:

• Consideración de los impactos de la transición a un modelo de negocio con bajas emisiones de carbono en los trabajadores y las comunidades de la empresa.

Divulgación relacionada con el TCFD:

• Utilización del análisis de escenarios climáticos para evaluar la resiliencia estratégica y operativa de la empresa. Este análisis debe incorporar elementos cuantitativos y resultados, especialmente en un escenario de 1,5°C. También debe abarcar toda la empresa y divulgar la metodología empleada para establecer los objetivos de alcance 3.

2.4 Desarrollo de planes de transición climática para las Empresas

Para una empresa intensiva en carbono, la formulación de un plan de transición climática se vuelve relativamente sencilla cuando se dispone de alternativas viables de bajas o nulas emisiones a un coste razonable, como es el caso de tecnologías como la solar y la eólica, especialmente en el ámbito de la generación de electricidad. Sin embargo, los desafíos siguen siendo considerables cuando esas alternativas no son viables en la actualidad o cuando existe una incertidumbre sustancial en torno a la comercialización de nuevas tecnologías de bajas emisiones en un plazo razonable. Incluso en estos casos, las empresas intensivas en carbono deben explorar todas las vías posibles, aprovechando la innovación para mejorar la eficiencia energética y promover la electrificación, aprovechando tanto las tecnologías existentes como las nuevas.

En la práctica, sin embargo, sigue habiendo una notable ausencia de herramientas de evaluación integrales diseñadas para evaluar el progreso de la transición de las empresas en sectores difíciles de reducir, que abarcan industrias como el acero, los productos químicos, el cemento, la manufactura pesada, el transporte, los metales y la minería. Estas empresas se comprometen a lograr cero emisiones netas de GEI para 2050 o incluso antes, a pesar de que la mayoría de sus negocios no encajan actualmente en el perfil de entidades «verdes». Si bien varias economías se han embarcado en el desarrollo de taxonomías para definir las actividades ambientalmente sostenibles, como la taxonomía de la UE para las finanzas sostenibles, que incorpora criterios técnicos de selección, la delimitación de las actividades de transición no está tan bien definida como la de la taxonomía verde. Dada la naturaleza intensiva en carbono de muchos sistemas energéticos (incluida la generación de electricidad y calor, el transporte y la fabricación), es imperativo una infusión sustancial de financiación de transición para facilitar su camino hacia las emisiones netas cero.

3. ANÁLISIS DE ESCENARIOS CLIMÁTICOS A NIVEL CORPORATIVO

Entre los pilares estratégicos, otro elemento importante en el que se hacen hincapié en las recomendaciones del TCFD y en las divulgaciones relacionadas con el clima de la ISSB es el análisis de escenarios climáticos, un ejercicio analítico utilizado para evaluar la resiliencia de los modelos de negocio. El análisis de escenarios climáticos podría ayudar a identificar riesgos y oportunidades potencialmente significativos relacionados con el clima en varios escenarios climáticos plausibles y promover una evaluación prospectiva sobre la sostenibilidad de sus actividades comerciales y su preparación. Es importante entender que algunos riesgos climáticos ya se están manifestando y es probable que se intensifiquen, mientras que muchos otros riesgos, que aún no se han materializado, pueden ocurrir con el tiempo, pero de forma no lineal o abrupta. Por lo tanto, las empresas deben reconocer que un escenario climático no tiene como objetivo predecir o proyectar eventos futuros. Más bien, su objetivo es describir una trayectoria plausible e hipotética de desarrollo a partir de hoy con un cierto período de tiempo (que va de corto a largo plazo), que podría conducir a resultados agregados particulares impulsados por el clima, así como a resultados específicos de países, ubicaciones, industrias y unidades de negocio. A menudo se utiliza una trayectoria de precios más altos del carbono para indicar un grado de política climática estricta como sustituto.

3.1 Proceso de realización del análisis de escenarios climáticos

El análisis de escenarios climáticos sirve como una herramienta valiosa para identificar riesgos y oportunidades potencialmente significativos relacionados con el clima, ofreciendo información sobre varios escenarios climáticos plausibles. Fomenta evaluaciones prospectivas con respecto a la sostenibilidad de las actividades comerciales y la preparación. En el curso del análisis de escenarios, es habitual que una empresa adapte escenarios seleccionados, extraídos de escenarios existentes y modelos asociados como se describe a continuación, para alinearlos con las características comerciales y los atributos geográficos únicos de la empresa. Esta personalización a menudo implica la incorporación de algunos o todos los hallazgos analíticos en los escenarios. Tras el análisis, se espera que las empresas revelen el impacto potencial en sus negocios y operaciones. Esto implica un examen exhaustivo de los riesgos y oportunidades, así como una evaluación del desempeño financiero, que abarca métricas como ventas, ingresos, costos, ganancias, flujos de efectivo operativos, activos y pasivos en cada escenario. Es fundamental tener en cuenta la sensibilidad de estos análisis y, lo que es más importante, dilucidar respuestas y estrategias plausibles para hacer frente a los riesgos y oportunidades importantes identificados.

La ejecución de este ejercicio puede requerir la asignación de recursos financieros y de personal y tiempo para desarrollar la investigación y el análisis internos, junto con el establecimiento de un proceso de toma de decisiones, incluida la determinación de cómo aprovechar las fuentes y la experiencia externas. A medida que se acumula experiencia, las empresas pueden refinar y ampliar sus análisis. Esta evolución puede comenzar con un análisis descriptivo, avanzando gradualmente hacia un análisis cuantificado que abarque las implicaciones para el desempeño financiero en cada escenario adoptado. Con el tiempo, las empresas pueden explorar el impacto con mayor detalle, profundizando en los principales productos y servicios, unidades de negocio y ubicaciones clave, o fuentes primarias de materias primas. Se espera que la realización de análisis de escenarios de forma periódica sea un componente integral del enfoque de una empresa para tomar decisiones informadas de planificación empresarial, incluida toda la cadena de valor. Sin embargo, el ISSB no exige a las empresas que realicen el análisis todos los años y el momento del ejercicio puede coincidir con un ciclo de planificación estratégica institucional regular de varios años. No obstante, las empresas deben evaluar anualmente la resiliencia climática de sus modelos de negocio incorporando información y conocimientos actualizados, incluso si el contenido de la información permanece inalterado durante los períodos en los que no se realiza el análisis de escenarios (ISSB 2023d). El análisis de escenarios climáticos también se puede utilizar para identificar y evaluar riesgos y oportunidades, evaluar el impacto de estos factores en el desempeño y las posiciones financieras, y formular un plan de transición climática (los procesos ya explicados anteriormente), aunque el uso del análisis para esos fines no es obligatorio por el ISSB. Sin embargo, la ISSB exige el uso del análisis de escenarios climáticos para que una empresa realice una evaluación de la resiliencia. Una empresa no está obligada a divulgar los resultados específicos del análisis del escenario climático debido a la posible inclusión de información comercial sensible, pero está obligada a proporcionar su interpretación de los resultados. En la Figura 2 se describen los pasos fundamentales del proceso de análisis de escenarios climáticos.

3.2 Principales características de los escenarios climáticos

Los escenarios relacionados con el clima abarcan un conjunto de parámetros y supuestos cruciales que delinean los impulsores clave y las trayectorias de desarrollo a lo largo de la duración del escenario. Para navegar eficazmente por estos escenarios, las empresas deben identificar inicialmente los riesgos y oportunidades materiales que afectan a su rendimiento y posiciones financieras, discerniendo los principales factores que contribuyen a estas dinámicas. En particular, los escenarios generalmente incorporan parámetros, suposiciones y opciones analíticas que deben alinearse entre sí. A continuación, se proporcionan algunas descripciones clave:

• Los parámetros empleados en el análisis pueden abarcar variables como la tasa de descuento, el precio del carbono, factores macroeconómicos (por ejemplo, PIB real, precios, empleo) y variables demográficas (por ejemplo, población, migración). Entre ellos, la trayectoria del precio del carbono (por ejemplo, a través de impuestos al carbono o sistemas de comercio de derechos de emisión) destaca como uno de los parámetros más fundamentales, directamente vinculado a las medidas de mitigación de la política climática y su intensidad. Además, los precios de las materias primas, incluidos los de los alimentos, el carbón, el petróleo, el gas y la electricidad, pueden ser parte integral del análisis.

• Los supuestos del análisis se refieren a diversos aspectos, como la trayectoria de los aumentos de temperatura, las emisiones de gases de efecto invernadero o CO2 equivalente, los cambios en las políticas climáticas (incluidas las trayectorias de los precios del carbono, los subsidios y las inversiones públicas), los avances y el despliegue de nuevas tecnologías, los cambios en la demanda y composición de la energía, y las fluctuaciones de los precios de los productos básicos o insumos esenciales. Por ejemplo, las empresas pueden decidir si la fijación del precio del carbono se aplica exclusivamente a sectores específicos intensivos en carbono o a toda la economía, si los precios diferenciales del carbono son aplicables en función de los países en los que se encuentran sus operaciones, y cuándo y cómo se producen los aumentos de los precios del carbono. Las hipótesis también pueden referirse a los efectos geográficos o sectoriales de los riesgos físicos y de transición, así como al marco temporal de los posibles impactos. Igualmente importantes son los supuestos sobre el desarrollo tecnológico, que abarcan las trayectorias de costos y la tasa de adopción de fuentes de energía limpia (por ejemplo, solar, eólica, nuclear) y el almacenamiento de energía, la captura, almacenamiento y utilización de carbono (CCUS), DAC, vehículos eléctricos, biocombustibles y más.

• Las opciones analíticas se refieren a la selección de escenarios, marcos temporales (por ejemplo, 2025, 2030, 2040, 2050 o más allá), el ámbito de aplicación (por ejemplo, unidades de negocio específicas, unidades de negocio completas, toda la cadena de valor) y la elección de escenarios y modelos. Las empresas deben optar por los escenarios climáticos más adecuados para evaluar los riesgos físicos y de transición relacionados con sus negocios. Los escenarios climáticos comunes pueden incluir el escenario de política actual (o de negocios como de costumbre), el escenario de las NDC, el ambicioso escenario de 1,5 °C del Acuerdo de París (aproximadamente equivalente al escenario de cero emisiones netas para 2050) y el escenario del Acuerdo de París muy por debajo de los 2 °C. El escenario de 1,5 °C prevé limitar el aumento de la temperatura media mundial a 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales para finales de siglo con un rebasamiento mínimo o nulo, mientras que el escenario muy por debajo de los 2 °C tiene como objetivo mantener el aumento de la temperatura dentro de los 2 °C por encima de los niveles preindustriales con un rebasamiento mínimo o nulo. Se espera que los escenarios actuales y de las NDC den lugar a un aumento de la temperatura media mundial muy por encima de los 2 °C, lo que no alcanzará los objetivos del Acuerdo de París y planteará mayores riesgos físicos. Dependiendo de los modelos específicos empleados, estos escenarios pueden abarcar medidas detalladas de política climática, patrones de consumo de energía, avances tecnológicos, dinámica del mercado y riesgos y oportunidades relacionados con la reputación.

El TCFD recomienda que las empresas incorporen una serie de escenarios climáticos en su planificación estratégica, incluidos escenarios alineados con el objetivo de limitar el calentamiento global a 2 °C o menos. Estos escenarios hacen hincapié principalmente en la transición hacia una economía baja en carbono o descarbonizada, abordando los riesgos de transición y trabajando al mismo tiempo para mitigar los riesgos físicos derivados del calentamiento global. Para garantizar el progreso hacia la neutralidad de carbono, las partes interesadas esperan cada vez más que las empresas incluyan el escenario de 1,5 °C en línea con el objetivo de cero emisiones netas. Los marcos temporales considerados en los análisis de escenarios climáticos pueden variar, abarcando períodos más cortos, pero generalmente abarcando horizontes más largos, a menudo proyectando 30 años o más en el futuro, incluso hasta el año 2050.

3.3 Principales escenarios y modelos climáticos

La ISSB no prescribe escenarios climáticos específicos ni metodologías para el análisis de escenarios climáticos debido al reconocimiento de que la selección de escenarios relevantes para una empresa debe depender de sus características comerciales únicas, ubicaciones operativas y los tipos de riesgos físicos y de transición que enfrenta. Sin embargo, es esencial que una empresa proporcione una explicación sobre los escenarios que utiliza, incluido el número y los tipos de escenarios, y aclare si estos escenarios se refieren a riesgos físicos o riesgos de transición. En los últimos años, las empresas han incorporado varios escenarios climáticos desarrollados por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) y la Agencia Internacional de la Energía (AIE) en sus análisis de escenarios, adaptándolos a sus circunstancias específicas. Estos escenarios y modelos han sido objeto de ajustes y actualizaciones periódicas. Además, las empresas han recurrido cada vez más a los escenarios climáticos proporcionados recientemente por la Red de Bancos Centrales y Supervisores para la Ecologización del Sistema Financiero (NGFS, por sus siglas en inglés), una red global compuesta por más de 100 reguladores financieros y bancos centrales. Este documento se centra en los escenarios de Vías de Concentración Representativas (PCR) del IPCC, introducidos en 2014, seguidos de los escenarios de Trayectorias Socioeconómicas Compartidas (SSP), que se dieron a conocer en 2021. También destacaremos los últimos escenarios desarrollados por la AIE y NGFS.

3.3.1 Escenarios de Vías de Concentración Representativas (PCR) del IPCC

El IPCC concentró sus esfuerzos en evaluar una serie de concentraciones de CO2 atmosférico y sus probables cambios asociados a la temperatura media mundial para finales de este siglo, en relación con los niveles preindustriales. Concretamente, los escenarios del IPCC examinaron las pautas de los impactos físicos resultantes del cambio climático, utilizando modelos de circulación general mundial para evaluar la respuesta climática a las variaciones en las concentraciones de CO2 atmosférico. Estos escenarios, conocidos como escenarios físicos climáticos, se centraron principalmente en las trayectorias de las emisiones de CO2. En el Grupo de Trabajo 1 del 5º Informe de Evaluación (AR5) de 2014, el IPCC introdujo cuatro escenarios de Vías de Concentración Representativas (PCR), cada uno de los cuales se refiere al rango de temperatura media mundial (incorporando incertidumbres) que debe alcanzarse a finales de este siglo en relación con el período 1986-2005 utilizando la simulación de modelos de los Proyectos de Inter comparación de Modelos Acoplados (CMIP) (IPCC 2013). Los escenarios de los PCR supusieron un avance significativo en comparación con los escenarios anteriores presentados en los Informes de Evaluación 3º y 4º, en los que no se incorporan escenarios de política climática. A continuación, se describen las principales características de cada escenario de RCP:

1. El escenario RCP2.6 se alinea con los objetivos del Acuerdo de París, asumiendo la implementación de medidas esenciales de política climática destinadas a limitar el aumento de la temperatura media mundial a 0,3 °C-1,7 °C (con un aumento promedio de 1,0 °C) para 2100, en relación con los niveles preindustriales. Este escenario implica comenzar a reducir las emisiones de CO2 para 2020 y, en última instancia, lograr cero emisiones netas para 2100. Representa un escenario optimista con el calentamiento global más suave en comparación con los demás.

2. El escenario RCP4.5 prevé una reducción menos ambiciosa de las emisiones de CO2 que el escenario RCP2.6, ya que no incorpora medidas de política climática. En este escenario, las emisiones de CO2 alcanzan su punto máximo alrededor de 2040 antes de disminuir gradualmente. Se considera uno de los escenarios más plausibles, ya que da lugar a un aumento de la temperatura media mundial de 1,1 °C a 2,6 °C (con un aumento medio de 1,8 °C) para 2100.

3. El escenario RCP6.0 se sitúa entre los escenarios más optimistas y pesimistas, ya que prevé un aumento de la temperatura media mundial de 1,4 °C a 3,1 °C (con un aumento medio de 2,2 °C) para 2100.

4. El escenario RCP8 representa un escenario de negocios como de costumbre sin intervenciones de política climática. En consecuencia, conduce a un aumento sustancial de la temperatura media mundial, que oscila entre 2,6 °C y 4,8 °C (con un aumento medio de 3,7 °C) para 2100. En este escenario, la escala y la frecuencia de las precipitaciones, el aumento del nivel del mar, la acidificación de los océanos y la disminución del hielo y la nieve en el Océano Ártico y el hemisferio norte alcanzan niveles más extremos. Es el escenario más pesimista, caracterizado por el calentamiento global más significativo y los riesgos físicos asociados.

3.3.2 Escenarios de Trayectorias Socioeconómicas Compartidas (SSP) del IPCC

Posteriormente, en 2021, el IPCC introdujo los escenarios de Trayectorias Socioeconómicas Compartidas (SSP, por sus siglas en inglés) dentro del Informe de Trabajo 1 del 6º Informe de Evaluación (AR6) (IPCC 2021). Estos escenarios se basaron en los escenarios de los PCR, incorporando un modelo matizado de factores socioeconómicos, como la población, la educación, la tecnología y la política climática. El objetivo era relacionar estos factores con la temperatura media mundial para 2100, en relación con los niveles preindustriales (IPCC 2021). Los escenarios de los SSP ofrecen un enfoque más completo y sofisticado que los escenarios de los PCR, ya que abordan el logro o el incumplimiento de las reducciones de las emisiones de GEI y proporcionan escenarios más detallados de la situación actual (Hausfather, 2018). Estos escenarios se dividen en dos grandes categorías: escenarios con bajas emisiones de carbono que prevén reducciones exitosas de las emisiones de GEI, y escenarios con altas emisiones de carbono que predicen un calentamiento más sustancial debido a la ausencia de medidas efectivas de política climática.

4. DIVULGACIÓN DE INFORMACIÓN Y ANÁLISIS DE ESCENARIOS CLIMÁTICOS POR PARTE DE LAS ENTIDADES FINANCIERAS INICIADOS POR LAS AUTORIDADES FINANCIERAS

Las instituciones financieras, como los bancos comerciales, desempeñan un papel fundamental a la hora de facilitar la transición tanto de la economía como de las empresas hacia un futuro con bajas emisiones de carbono. Pueden proporcionar un apoyo financiero vital para iniciativas como préstamos y bonos verdes, préstamos y bonos vinculados a la sostenibilidad, así como actividades destinadas a lograr cero emisiones netas. Se espera que las instituciones financieras tomen decisiones informadas para reducir de manera efectiva las emisiones que financian, en particular las registradas en el Alcance 3, categoría 15 (inversiones) de acuerdo con el Estándar de la Cadena de Valor Corporativa (Alcance 3) del Protocolo de GEI. También se les exige que promuevan divulgaciones corporativas coherentes y confiables relacionadas con el clima que se alineen con los estándares internacionales, especialmente en lo que respecta a la información relacionada con las grandes empresas para las que proporcionan financiamiento. Las instituciones financieras pueden obtener una comprensión integral de su exposición a los riesgos relacionados con el clima utilizando datos y objetivos divulgados por las empresas que financian y comprometiéndose activamente con ellas. Las partes interesadas se centran cada vez más en las emisiones financiadas para comprender la exposición y la resiliencia de una institución financiera a los riesgos físicos y de transición, así como su disposición a aprovechar las oportunidades del plan de transición climática.

4.1 Divulgación relacionada con el clima para las instituciones financieras con cero emisiones netas

Se espera cada vez más que las instituciones financieras asuman un compromiso integral y estratégico para lograr cero emisiones netas de sus actividades financiadas para 2050 o antes, alineándose con los objetivos establecidos en el Acuerdo de París. Este compromiso se extiende a todo su espectro organizativo. Es crucial que las instituciones financieras garanticen que se lleven a cabo acciones alineadas y coordinadas en todas las divisiones de negocio para reducir las emisiones derivadas de sus operaciones, financiamiento y actividades de inversión. Muchas de las instituciones financieras más grandes del mundo ya se han comprometido a lograr cero emisiones netas al convertirse en miembros de la Glasgow Financial Alliance for Net Zero (GFANZ) y sus alianzas sectoriales. GFANZ es una coalición de siete alianzas de cero emisiones netas dentro del sector financiero, incluidas iniciativas como la Iniciativa de Gestores de Activos Net Zero (NZAM), la Alianza de Propietarios de Activos Net-Zero (NZAOA), la Alianza de Seguros Net-Zero (NZIA) y la Alianza Bancaria Net-Zero (NZBA). Estas alianzas comprenden más de 550 instituciones financieras globales comprometidas a desempeñar un papel crucial en el apoyo a la transición global hacia una economía de cero emisiones netas. Se espera que las instituciones miembros de estas alianzas divulguen voluntariamente información relacionada con el clima, que abarca los objetivos de reducción de las emisiones financiadas a cero neto para 2050 o antes, métricas para monitorear el progreso en relación con los objetivos y planes de transición climática. Cada vez se reconoce más que el desarrollo de un plan de transición sólido es esencial para traducir los compromisos de cero emisiones netas en acciones responsables. Las instituciones financieras miembros de GFANZ establecen voluntariamente compromisos ambiciosos y basados en la ciencia para acelerar la transición hacia las emisiones netas cero.

4.2 Requisitos de divulgación del ISSB para los bancos comerciales

Además de cumplir con los requisitos generales establecidos en el marco de las divulgaciones relacionadas con el clima de la ISSB, los bancos están obligados a proporcionar métricas específicas según lo estipulado por los requisitos de divulgación basados en la industria adaptados a los bancos comerciales (ISSB 2023a). A continuación, se destacan algunas métricas clave: Exposición al riesgo de transición Métricas cuantitativas y cualitativas:

• Exposición bruta a las industrias relacionadas con el carbono (moneda de presentación), por industria, así como la exposición bruta total a todas las industrias, y el porcentaje de la exposición bruta total para cada industria relacionada con el carbono. Las industrias relacionadas con el carbono incluyen, entre otras: (a) petróleo, gas y combustibles consumibles; b) productos químicos, materiales de construcción, metales y minería, y papel y productos forestales; c) el transporte aéreo de mercancías y logística, las líneas aéreas, el transporte marítimo y el transporte por carretera y ferrocarril; d) automóviles; e) construcción de viviendas; f) bebidas y productos alimenticios; g) servicios de electricidad, servicios de gas y multiservicios; h) Gestión y desarrollo inmobiliario. Las empresas utilizarán la última versión del código de seis dígitos a nivel de industria del Estándar Global de Clasificación Industrial (GICS) para clasificar a las contrapartes. Las empresas que utilizan otras normas de clasificación están obligadas a divulgar la información. En cuanto a los importes financiados, la exposición bruta se define como los importes en libros financiados (el importe antes de restar la provisión para pérdidas, cuando corresponda) expresados en la moneda de presentación de los estados financieros de la compañía.

• Porcentaje de exposición bruta a clases de activos incluidas en el cálculo de las emisiones financiadas. El porcentaje se calculará dividiendo la exposición bruta incluida en el cálculo de las emisiones financiadas por la exposición bruta total a todas las industrias y clases de activos.

• Para cada industria por clase de activo (unidad absoluta): (1) exposición bruta absoluta (emisiones de alcance 1, alcance 2 y alcance 3 cada una) y (2) exposición bruta (es decir, emisiones financiadas). Estos se miden en toneladas métricas (t) de CO2 equivalente y en moneda de presentación.

• Para cada industria por clase de activo (unidad de intensidad): (1) intensidad de emisiones brutas por emisiones de Alcance 1, Alcance 2 y Alcance 3 cada una, y (2) exposición bruta (es decir, emisiones financiadas). Estos se miden en toneladas métricas (t) de CO2 equivalente por unidad de producción física o económica y en moneda de presentación.

• Descripción de la metodología utilizada para el cálculo de las emisiones financiadas. Las emisiones brutas son los GEI emitidos a la atmósfera antes de contabilizar las compensaciones y créditos que han reducido o compensado las emisiones. La descripción incluirá el método utilizado para atribuir la cuota de emisiones de la entidad en relación con el volumen de su exposición bruta.

4.3 Análisis de escenarios climáticos promovido por las autoridades financieras

A medida que las instituciones financieras se embarcan en la divulgación de información relacionada con el clima en consonancia con los estándares globales, que abarcan planes de transición, análisis de escenarios y el establecimiento de objetivos de reducción de emisiones de GEI relacionados con sus operaciones (Alcance 1 y Alcance 2) y emisiones financiadas (incluidas en el Alcance 3), las autoridades financieras utilizan cada vez más análisis de escenarios climáticos para bancos y otras instituciones financieras dentro de sus respectivas jurisdicciones. La razón detrás de este mayor enfoque es el papel cada vez mayor del cambio climático dentro del sector financiero. Existe un consenso cada vez mayor de que los riesgos climáticos deben integrarse en el marco más amplio de los riesgos financieros, lo que lleva a las autoridades financieras a profundizar en su comprensión de estos riesgos y mejorar sus metodologías de seguimiento y supervisión para salvaguardar la estabilidad financiera. Un número cada vez mayor de bancos centrales y supervisores financieros ya han iniciado la implementación de análisis de escenarios climáticos dirigidos a los principales bancos (y compañías de seguros en algunos casos) como un componente integral de las políticas prudenciales. A través de estos análisis de escenarios, respaldados por las autoridades financieras, los bancos centrales y los reguladores financieros pueden mejorar su comprensión de los riesgos financieros relacionados con el clima y ofrecer orientación práctica a las instituciones financieras bajo su supervisión. Además, estas iniciativas pueden influir indirectamente en el comportamiento de los clientes corporativos al alentar a las instituciones financieras a mitigar las emisiones de GEI derivadas de sus actividades de servicios financieros.

Los escenarios de riesgo climático pueden analizarse a través de dos enfoques principales: una metodología de arriba hacia abajo o una de abajo hacia arriba. En el enfoque descendente, los bancos centrales y los reguladores financieros evalúan el impacto financiero del cambio climático en las instituciones financieras sobre la base de los datos proporcionados por estas instituciones, complementados con datos macroeconómicos y financieros adicionales. Este enfoque ofrece la ventaja de garantizar una metodología de cálculo más coherente y facilita las comparaciones entre diferentes instituciones financieras. Sin embargo, a menudo es necesario incluir información cualitativa adicional para obtener evaluaciones de gestión de riesgos más significativas en relación con los riesgos climáticos. Por el contrario, el enfoque ascendente implica que las autoridades financieras seleccionen múltiples escenarios climáticos, las principales variables económicas y otros factores relevantes para su utilización en los escenarios. La mayor parte del trabajo analítico lo llevan a cabo las grandes entidades financieras, que se encargan de realizar sus cálculos en función de estos parámetros seleccionados. Este enfoque alienta a las instituciones financieras a cultivar sus propias capacidades analíticas internas cuantitativas y cualitativas, fomentando una comprensión más profunda de cómo el cambio climático puede afectar sus balances en cada escenario. Este enfoque no solo mejora la comprensión de las instituciones, sino que también fomenta las respuestas voluntarias a los riesgos del cambio climático. Además, se espera que las instituciones financieras tomen nuevas iniciativas utilizando este ejercicio como una oportunidad para explorar de manera autónoma y exhaustiva escenarios adicionales que se alineen con sus capacidades (Shirai 2023a).

5. CONCLUSIONES

Este documento hace hincapié en el aspecto estratégico del marco de divulgación relacionado con el clima establecido por las recomendaciones del TCFD, así como en las divulgaciones relacionadas con el clima de la ISSB introducidas en junio de 2023. En particular, las divulgaciones relacionadas con el clima de la ISSB van más allá de la notificación convencional de los datos de emisiones de alcance 1 y alcance 2, ya que exigen la divulgación de datos detallados de emisiones de alcance 3, acompañados de pautas de divulgación integrales. Aunque no se requería el objetivo de cero emisiones netas, estos requisitos de divulgación cambiantes y estrictos, junto con los estándares de información existentes, están transformando las divulgaciones relacionadas con el clima de ISSB en puntos de referencia globales que se espera que muchos países adopten como obligaciones obligatorias para las empresas que cotizan en bolsa.

Las empresas se enfrentan a una presión cada vez mayor por parte de las partes interesadas para que identifiquen de forma proactiva los riesgos y oportunidades relacionados con el clima, establezcan planes integrales de transición climática y realicen análisis rigurosos de escenarios climáticos. El consenso prevaleciente sostiene que un plan de transición creíble es una hoja de ruta estratégica con plazos concretos que describe cómo una empresa pretende alcanzar los objetivos de reducción de GEI a corto, mediano y largo plazo. Estos objetivos deben estar alineados con las trayectorias de emisiones basadas en la ciencia, que abarquen objetivos de reducción de emisiones a corto plazo (de cinco a diez años) coherentes con el objetivo de calentamiento global de 1,5 °C y objetivos de cero emisiones netas a largo plazo basados en la ciencia que deben alcanzarse a más tardar en 2050 (CDP 2023, Climate Action 100+ 2021). Es importante destacar que se alienta a las empresas a divulgar indicadores clave de rendimiento verificables y cuantificables, lo que permite un seguimiento periódico de su progreso por parte de los inversores y otras partes interesadas. Un plan de transición climática creíble debe ofrecer una visión estratégica integral de la respuesta de una empresa a los riesgos y oportunidades identificados. Esto incluye consideraciones como la asignación de capital, la planificación de inversiones, la desinversión de activos, la exploración de mercados, la expansión de la fuerza laboral y la creación de nuevas unidades de negocio. Además, las empresas deben evaluar la resiliencia de sus modelos de negocio a través de análisis sólidos de escenarios climáticos. Estos ejercicios son fundamentales para las empresas que buscan mejorar la transparencia y la credibilidad en el cumplimiento de sus objetivos de emisiones comprometidos.

La divulgación de información relacionada con el clima corporativo se está convirtiendo en un componente indispensable de las estrategias comerciales. Se trata de una desviación de las prácticas prevalecientes del pasado de dejarlo en manos de un comité o equipo de sostenibilidad dentro de la empresa y el mero anuncio de objetivos de emisiones de GEI a largo plazo. La mejora de la divulgación no solo contribuye a aumentar la transparencia de las empresas, sino que también refuerza la credibilidad en relación con los objetivos de emisiones prometidos. Al incorporar consideraciones relacionadas con el clima en sus estrategias actuales y futuras, las empresas pueden mejorar su valor corporativo y su ventaja competitiva en un panorama global en evolución.


REFERENCIAS

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Consejo de Estabilidad Financiera (CEF) y Red de Bancos Centrales y Supervisores para la Ecologización del Sistema Financiero (NGFS). 2022. Análisis de escenarios climáticos por jurisdicciones: conclusiones y lecciones iniciales, 15 de noviembre. https://www.fsb.org/wp-content/uploads/P151122.pdf.

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Hausfather, Zeke. 2018. Climate Modeling, Explainer: How ‘Shared Socioeconomic Pathways’ Explore Future Climate Change (Modelado climático, explicación: cómo las ‘vías socioeconómicas compartidas’ exploran el cambio climático futuro). Carbon Brief, 19 de abril. https://www.carbonbrief.org/explainer-how-shared-socioeconomic-pathways-explore-future-climate-change/.

Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC). 2013. Cambio Climático 2013: La Base de la Ciencia Física. Contribución del Grupo de Trabajo I al Quinto Informe de Evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, editado por T. F. Stocker, D. Qin, G.-K. Plattner, M. Tignor, S. K. Allen, J. Boschung, A. Nauels, Y. Xia, V. Bex y P. M. Midgley. Cambridge University Press, Cambridge, Reino Unido y Nueva York, NY, EE.UU., 1535 págs. https://www.ipcc.ch/report/ar5/wg1/.

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Publicado originalmente: https://www.adb.org/sites/default/files/publication/915316/adbi-wp1415.pdf

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