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Lo que hay que saber sobre el cambio climático y la contaminación atmosférica

¿Cuán grave es el problema de la contaminación atmosférica en el mundo?
La contaminación atmosférica es la principal causa ambiental de enfermedades y muerte prematura en todo el mundo. Las partículas finas o aerosoles contaminantes, también conocidos como materia particulada fina o PM2,5, son responsables de 6,4 millones de muertes al año, causadas por afecciones tales como cardiopatías isquémicas, accidentes cerebrovasculares, cáncer de pulmón, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, neumonía, diabetes tipo 2 y trastornos neonatales. Alrededor del 95 % de estas muertes se produce en países en desarrollo, donde miles de millones de personas están expuestas a concentraciones de PM2,5 (tanto en espacios cerrados como abiertos) varias veces más altas que los valores establecidos en las directrices de la Organización Mundial de la Salud. En un informe del Banco Mundial (i) se estimó que el costo de los daños a la salud causados por la contaminación atmosférica asciende a USD 8,1 billones al año, lo que equivale al 6,1 % del producto interno bruto (PIB) mundial.

El cisne verde – Banca central y estabilidad financiera en la era del cambio climático

El cambio climático plantea nuevos desafíos a los bancos centrales, reguladores y supervisores. Este libro revisa las formas de abordar estos nuevos riesgos dentro del mandato de estabilidad financiera de los bancos centrales. Sin embargo, la integración del análisis de riesgos relacionados con el clima en el monitoreo de la estabilidad financiera es particularmente desafiante debido a la incertidumbre radical asociada con un fenómeno físico, social y económico que cambia constantemente e implica dinámicas complejas y reacciones en cadena. Las evaluaciones de riesgos tradicionales retrospectivas y los modelos climático-económicos existentes no pueden anticipar con suficiente precisión la forma que tomarán los riesgos relacionados con el clima. Estos incluyen lo que llamamos riesgos de «cisne verde»: eventos potencialmente extremadamente disruptivos financieramente que podrían estar detrás de la próxima crisis financiera sistémica. Los bancos centrales tienen un papel que desempeñar para evitar tal resultado, incluso tratando de mejorar su comprensión de los riesgos relacionados con el clima a través del desarrollo de análisis prospectivos basados en escenarios. Pero los bancos centrales por sí solos no pueden mitigar el cambio climático. Este complejo problema de acción colectiva requiere acciones coordinadas entre muchos actores, incluidos los gobiernos, el sector privado, la sociedad civil y la comunidad internacional. Por lo tanto, los bancos centrales pueden desempeñar un papel adicional para ayudar a coordinar las medidas de lucha contra el cambio climático. Estos incluyen políticas de mitigación del clima como la fijación de precios del carbono, la integración de la sostenibilidad en las prácticas financieras y los marcos contables, la búsqueda de combinaciones de políticas apropiadas y el desarrollo de nuevos mecanismos financieros a nivel internacional. Todas estas acciones serán complejas de coordinar y podrían tener consecuencias redistributivas significativas que deberían manejarse adecuadamente, sin embargo, son esenciales para preservar la estabilidad financiera (y de precios) a largo plazo en la era del cambio climático.

BIS. Finanzas verdes y política climática

El PBC concede gran importancia a las finanzas verdes. En 2016, lideramos el esfuerzo en la redacción de la Guía para la construcción de un sistema financiero verde y desarrollamos un calendario específico y una hoja de ruta para este propósito. Al asegurarnos de que todas las políticas se aplican, hemos establecido un marco político inicial para las finanzas verdes. Como resultado, el mercado de finanzas verdes de China ha disfrutado desde entonces de un rápido desarrollo. A finales de 2020, los préstamos verdes y los bonos verdes en China totalizaron 1,8 billones de dólares estadounidenses y 125 mil millones de dólares estadounidenses, respectivamente, clasificándose como los más grandes y los segundos más grandes del mundo. Se han emitido más de 40 bonos neutros en carbono, con un volumen total de más de 10 mil millones de dólares estadounidenses.

Por qué —y cómo— se debe combatir la fragmentación geoeconómica

Las autoridades económicas y los líderes empresariales se dirigen a Davos en un momento en que la economía mundial quizás esté confrontando el mayor desafío desde la Segunda Guerra Mundial.
La invasión rusa de Ucrania se ha sumado a la pandemia de COVID-19 —una crisis tras otra— y está devastando vidas, frenando el crecimiento y elevando la inflación. La carestía de los alimentos y la energía impone un lastre pesado a los hogares en todo el mundo. El endurecimiento de las condiciones financieras está ejerciendo más presión sobre los países, las empresas y las familias fuertemente endeudadas. Países y empresas por igual están revaluando las cadenas mundiales de suministro en medio de los persistentes trastornos.
Si a esto se suman el marcado aumento de la volatilidad en los mercados financieros y la continua amenaza del cambio climático, lo que tenemos ante nosotros es una posible confluencia de calamidades.
Y nuestra capacidad de respuesta está obstruida por otra consecuencia de la guerra en Ucrania: un pronunciado aumento del riesgo de fragmentación geoeconómica.

Banco Mundial – Plan de Acción sobre Cambio Climático – Resumen Ejecutivo

El GBM es el mayor proveedor multilateral de financiamiento climático para los países en desarrollo y, en los últimos dos años, logró aumentar el financiamiento a niveles sin precedentes. Partiendo de la base de nuestro apoyo de larga data a la acción climática, tenemos la intención de profundizar y acelerar nuestro trabajo para ayudar a los países a integrar el clima en sus agendas para el desarrollo. El contexto actual presenta enormes diferencias respecto del de 2016, cuando el GBM lanzó su primer Plan de Acción sobre el Cambio Climático (CCAP) 2016-20. Además de la pandemia de COVID-19, en los últimos dos años los países adelantados y en desarrollo más importantes se han comprometido a alcanzar metas de cero emisiones netas para 2050 y a adoptar diferentes vías para llegar al punto máximo en 2030.

SEC – No somos la Comisión de Valores y Medio Ambiente, al menos no todavía

Estamos aquí colocando la piedra angular de un nuevo marco de divulgación que eventualmente rivalizará con nuestro marco de divulgación de valores existente en magnitud y costo y probablemente lo superará en complejidad. El proyecto de construcción en el que nos estamos embarcando consumirá nuestra atención y enriquecerá a muchos, como lo hace cualquier proyecto de construcción masiva. La pancarta en la puerta de esta enorme estructura verde pregonará nuestra misión revisada: «proteger a las partes interesadas, facilitar el crecimiento del complejo climático-industrial y fomentar mercados injustos, desordenados e ineficientes». Este nuevo edificio proyectará una larga sombra sobre los inversores, la economía y esta agencia. En consecuencia, votaré en contra de la colocación de la piedra angular.

Los bancos se están quedando cortos en las divulgaciones climáticas, dice el BCE, a pesar de la mejora en curso

El Banco Central Europeo (BCE) destaca la necesidad de una acción inmediata en una evaluación actualizada del progreso realizado por los bancos europeos en la divulgación de riesgos climáticos y ambientales. Sí bien ha habido mejoras desde su primera evaluación a fines de 2020, el BCE dice que ningún banco cumple completamente con sus expectativas de supervisión.
Dado que los requisitos de divulgación aumentarán en los próximos años, “los bancos, por lo tanto, deben ajustar sus prácticas sin demora”, dice el BCE. En comparación con 2020, más bancos ahora divulgan información significativa sobre riesgos climáticos y ambientales, pero aún quedan brechas significativas y el nivel general de transparencia aún es insuficiente. Numerosas estadísticas interesantes respaldan esta evaluación; por ejemplo, solo alrededor del 50% de los bancos europeos publican indicadores clave de rendimiento o riesgo sobre riesgos climáticos y ambientales.